Nueva York. Emma Coronel Aispuro fue sentenciada a tres años de prisión por un tribunal federal en Washington, una condena reducida –e inferior a la recomendada por los fiscales– en recompensa por haberse declarado culpable de tres acusaciones de conspiración de narcotráfico y lavado de dinero al participar en el negocio de su esposo Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.
El juez federal Rudolph Contreras dictaminó 36 meses de encarcelamiento seguido por cuatro años de liberación condicional bajo supervisión de las autoridades estadunidenses. A la vez, se reconoció que Coronel Aispuro ya entregó casi 1.5 millones de dólares a las autoridades, mediante una confiscación de sus bienes.
Los casi nueve meses que ha pasado en prisión desde su arresto en las afueras de Washington en febrero serán restados de su condena. De hecho, su abogado defensor, Jeffrey Lichtman, comentó a periodistas al concluir la audiencia que, junto con una posible reducción por “buen comportamiento” durante su encarcelamiento, su cliente podría quedar en libertad en 18 meses.
El juez Contreras señaló que determinó esta sentencia –la cual podría haber sido de 10 y hasta 14 años bajo las reglas federales para fijar condenas– en parte porque la acusada carece de un historial criminal, aceptó responsabilidad por sus delitos después de su arresto y porque ya entrego casi 1.5 millones de dólares como reconocimiento de su culpabilidad así como por el hecho de que es madre.
Contreras –quien indicó que había presidido los juicios de otros cuatro integrantes del cártel de Sinaloa– indicó que otro factor que consideró es que una condena más extensa para Coronel Aispuro no tendría impacto sustancial sobre el mundo criminal del cual proviene. De hecho, afirmó que es posible argumentar que hasta la remoción de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, del narcotráfico “no ha resultado en una reducción de daño al público… parece no haber carencia de sustitutos para llenar el hueco de la acusada en la organización”.
Coronel Aispuro hizo una declaración en español y fue traducida por una intérprete ante el juez poco antes de escuchar su sentencia. La acusada expresó su “más sincero arrepentimiento por cualquier daño que pueda haber causado. Me disculpo ante ustedes y todos los ciudadanos de este país”. Agregó que “yo también soy ciudadana de este país y por eso me siento más avergonzada” (tiene doble nacionalidad).
Le indicó al juez que sabía que era difícil ignorar el hecho de que es esposa de Joaquín Guzmán y que eso podría llevar a que “fuera más duro conmigo, pero le ruego que no lo haga.
“Mis padres me inculcaron el respeto, la gratitud y la honestidad, pero también me enseñaron a aceptar mis errores y pedir perdón por ellos”, agregó. “Esos mismos valores son los que quiero enseñarles a mis hijas”. Rogó al juez que sus hijas, las cuales ya están creciendo sin uno de sus papás, ”no crezcan sin la presencia de su mamá”.
Se declaró culpable de los tres cargos en su contra
Coronel Aispuro, de 32 años de edad, fue arrestada el 22 de febrero del año en curso en el aeropuerto internacional Dulles en Washington. El 10 de junio, la acusada se declaró culpable de los tres cargos en su contra en una acuerdo negociado con los fiscales y con ello cedió su derecho a un juicio ante un jurado. Con ello, el 18 de noviembre los fiscales federales recomendaron al juez Contreras una sentencia de cuatro años de prisión.
Al presentar sus argumentos para recomendar una sentencia reducida de cuatro años, el fiscal Anthony Nardozzi reiteró ante el juez que a pesar de los cargos serios en su contra, y de que “el efecto general de su conducta fue significativa, el papel de la acusada fue uno mínimo… actuó principalmente en apoyo de su esposo” y subrayó que no fue participante en actos de violencia ni fue “líder, gerente o jefa” del negocio ilícito.
Lichtman, su abogado –quien también fue integrante del equipo defensor de Guzmán Loera en su juicio en Nueva York hace dos años– argumentó ante el juez a favor de una condena aun menor a la recomendada por los fiscales, señalando que Coronel Aispuro primero conoció a El Chapo cuando ella “era una menor de edad” de 17 años y que se casó con él apenas al cumplir 18, una adolescente con un hombre mucho mayor y con enorme poder.
También indicó que su clienta ha padecido condiciones severas desde que fue arrestada, en parte por consecuencia de las medidas sanitarias para controlar la pandemia como también por las medidas de protección de una figura de alto perfil en la cárcel. Informó que Coronel ha pasado 22 horas al día en su celda, y que desde su arresto no ha recibido ni una visita de familiares o amigos.
Por otra parte, buscó presentar a su clienta como alguien que ha brindado ayuda a otros, incluyendo tareas “humanitarias” como la entrega de apoyos a gente impactada por los sismos de 2017 en México. Insistió en que lo que Coronel más desea es ser “buen ejemplo” para sus hijas en el futuro y evitar “que cometan los mismos errores que ella”.
No se sabe si la sentencia reducida (se indicó que para este tipo de delitos, las condenas podrían haber sido de 57 hasta 71 meses de prisión) se debe sólo a cambio de la decisión de Coronel de declararse culpable o si fue parte de una negociación en la que ella también estará cooperando con la fiscalía en otros casos.
Su abogado Lichtman refutó este martes, y hasta denunció, versiones de que había cooperado con autoridades estadunidenses al señalar que esos rumores han puesto en peligro la vida de Coronel y posiblemente hacen imposible que “ella jamas pueda regresar a casa en México”.
El juez concluyó la sesión con un mensaje a la recién sentenciada: “espero que críe a sus gemelas en un ambiente diferente al que usted ha experimentado hasta la fecha. Buena suerte”.