En América Latina y el Caribe, más de 40 por ciento de los alumnos de tercer grado de primaria se ubican por debajo de los aprendizajes mínimos en lectura, escritura y matemáticas, cifra que se eleva a 60 por ciento para estudiantes de sexto grado, quienes no alcanzan las competencias mínimas en lectura y matemáticas.
Los principales hallazgos del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) 2019, aplicado por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 16 países de la región, alertan que incluso antes de la pandemia de Covid-19 “ya enfrentábamos una crisis de aprendizajes” que posiblemente se agudizará tras mantener cerradas las escuelas por casi dos años debido a la emergencia sanitaria.
En conferencia de prensa virtual para presentar los resultados de ERCE 2019, Stefania Giannini, subdirectora general de la Unesco, subrayó que los resultados detectados en la encuesta revelan que en la región la “educación reposa sobre cimientos endebles, lo que no es injusto para niñas, niños y adolescentes, pero también retrasa el desarrollo económico y social en un contexto en que todas las naciones necesitan mayor educación para atender desafíos máximos como las desigualdades, el cambio climático y la transformación digital”.
Desde el último informe en 2013, afirmó, “no ha habido avances significativos en los países latinoamericanos, incluso se detectan retrocesos” en los índices de aprendizaje, como es el caso de México, cuyos resultados bajaron en 2019, pese a lo cual se mantiene entre los países de la región con mejores niveles educativos.
Agregó que los resultados de ERCE 2019 muestran que la mayoría de los estudiantes de la región “aprenden muy poco en los primeros años de sus trayectorias educativas”, situación que, reconoce, es preocupante.
El informe señala que en lectura, en tercer grado, en promedio 44.3 por ciento de los estudiantes se sitúa en el nivel más bajo de desempeño y en matemáticas es 47.7. En sexto grado, en tanto, alcanzan el nivel más bajo de desempeño, sólo 23.3 por ciento en lectura; pero 49.2 en matemáticas y 37.7 por ciento en ciencias.
El estudio reveló que los estudiantes que se sitúan en el nivel más bajo de desempeño en lectura, en tercer grado no pueden localizar información en un texto, a menos que aparezca muy destacada. Tampoco pueden hacer inferencias que requieran comprender un texto globalmente, aun cuando hay información reiterada o destacada que permite hacerlo.
En sexto grado, los estudiantes con niveles por debajo del mínimo en esa asignatura no son capaces de inferir información, cuando para hacerlo deben comprender globalmente o conectar ideas secundarias o específicas que se presentan en las distintas partes de un texto.
En matemáticas, en tercer grado, los estudiantes que están en el nivel de desempeño más bajo no logran escribir números naturales hasta millares ni descomponerlos aditivamente; mientras en sexto grado no logran resolver problemas que requieren interpretar información o que involucran dos o más operaciones que incluyan multiplicación o división.
En el caso de nuestro país, los resultados revelan que si bien obtuvo resultados más altos que el promedio regional en todas las áreas evaluadas, retrocedió en relación con los resultados alcanzados en 2013, a excepción de lectura en tercer grado, donde no presentó cambios. Además, el estudio ERCE develó diferencias de género en favor de las niñas, quienes obtuvieron mejores resultados en lectura y ciencias.