Washington. La actividad manufacturera estadunidense repuntó en noviembre por una fuerte demanda de bienes, lo que mantuvo la inflación alta mientras las fábricas seguían luchando contra la escasez de materias primas relacionada con la pandemia.
El Instituto de Gestión y Abastecimiento (ISM) reportó que su índice de actividad fabril nacional aumentó a 61.1 el mes pasado desde 60.8 de octubre.
Una lectura superior a 50 indica una expansión en el sector manufacturero, que representa 12 por ciento de la economía estadunidense. Los economistas encuestados por Reuters habían previsto que el índice subiera a 61.
La recuperación simultánea de las economías mundiales tras la pandemia del Covid-19, impulsada por los billones de dólares de ayuda de los gobiernos, ha tensado las cadenas de abastecimiento, y provocado que las fábricas tengan que esperar más las materias primas.
La medición de las entregas de los proveedores, según la encuesta del ISM, descendió a 72.2 desde los 75.6 de octubre. Una lectura superior al 50 indica que las entregas son más lentas.
Los largos plazos de entrega mantienen la inflación a las puertas de las fábricas. La medición de los precios pagados por los fabricantes, según la encuesta, cayó a un todavía alto 82.4 desde 85.7 en octubre.
Las fábricas están trasladando el aumento de los costos de producción a los consumidores y aún no hay señales de resistencia.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo el martes a legisladores que “el riesgo de una mayor inflación ha aumentado”, y añadió que el banco central estadunidense debería considerar la posibilidad de acelerar el ritmo de reducción de sus compras de bonos a gran escala en su próxima reunión de política monetaria en dos semanas.
La medida de inflación preferida por la Fed registró en octubre el mayor aumento anual en casi 31 años.