Washington. El paquete de estímulos de 1.9 billones de dólares que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, puso en marcha en marzo contribuyó a una mayor demanda, pero es sólo un pequeño factor en las actuales tasas de inflación más altas, dijo la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, ante legisladores.
Yellen declaró ante la Comisión de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes que el paquete de estímulo impulsó claramente la demanda, pero dijo que no era una “suposición justa” decir que sobrepasó lo necesario y alimentó los actuales picos de inflación.
“Es cierto que el Plan de Rescate de Estados Unidos puso dinero en los bolsillos de la gente… y contribuyó a una fuerte demanda en la economía estadunidense, pero si se observa la cantidad de inflación que tenemos, y sus causas, eso es a lo sumo un pequeño factor”, dijo.
Interrogada por los legisladores republicanos sobre el impacto inflacionista de la respuesta de Biden, insistió en que había una “muy buena razón” para seguir adelante con el paquete de estímulo para hacer frente a una escasez de demanda que podría haber dado lugar a un freno de larga duración y a un alto desempleo.
“Ha tenido éxito. Impulsó la demanda, y ese es uno de los varios factores que intervienen en la inflación”, comentó.
El principal impulsor de la inflación fue la pandemia de Covid-19 y su impacto en el desvío de la demanda, dando lugar a problemas en la cadena de suministro, así como un efecto duradero en la oferta de trabajo, explicó.
En tanto, el presidente de la Fed, Jerome Powell, advirtió que las autoridades de la Reserva Federal deben estar preparadas para responder a la posibilidad de que la inflación no retroceda en el segundo semestre del 2022, como se espera.
En su segundo día de testimonio en el Congreso, mencionó que la política monetaria deberá adaptarse a medida que las autoridades buscan que millones de estadunidenses vuelvan a trabajar y, al mismo tiempo, se asegure de que el reciente aumento de la inflación no se arraigue.
Los salarios en Estados Unidos están aumentando a medida que la economía sigue recuperándose del golpe recibido por la pandemia, pero los incrementos no se están produciendo a un ritmo que podría provocar una mayor inflación, explicó.