El cierre de la operación de compra de la refinería de Deer Park por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex) a Shell presenta retrasos, pues no será este primero de diciembre cuando finalice el proceso como se tenía previsto.
Fuentes allegadas a la petrolera mexicana confirmaron a La Jornada que el Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS, por sus siglas en inglés) aún no da el visto bueno para la venta de la planta.
Reuters reportó que la revisión de seguridad nacional es el motivo que obstaculiza que Pemex concrete la adquisición de 50.005 por ciento de participación de Shell en la planta.
“Seguimos apuntando a finales de 2021 como fecha de cierre para la transferencia de la participación de Shell en la refinería”, dijo el portavoz de la empresa, Curtis Smith.
La autorización por parte del CFIUS debió quedar lista el 29 de noviembre.
“No hay una nueva fecha de cierre”, dijo una de las personas familiarizadas con el asunto. “Podría ser la próxima semana. Podría ser a principios del próximo año”, añadió Smith.
Las fuentes cercanas a Pemex comentaron a este diario que sí hay retraso, pero recordaron que el director general, Octavio Romero Oropeza, no fijó una fecha exacta.
El funcionario comentó a finales de octubre durante su comparecencia en la Cámara de Diputados que en los primeros días de diciembre concluiría la compra formal, pues sólo se esperaba la autorización del gobierno de Estados Unidos, idea que confirmó en el Congreso Mexicano del Petróleo (CMP) a mediados de noviembre.
La adquisición de la refinería ubicada en Texas forma parte de la estrategia del gobierno del presidente López Obrador para impulsar la autosuficiencia del país en gasolinas y otros petrolíferos.
La planta localizada en Houston tiene una capacidad de procesamiento de 340 mil barriles diarios, entre gasolina, diésel, turbosina y otros productos.
La operación tiene un costo de 596 millones de dólares, recursos que serán aportados por el gobierno federal.
De acuerdo con Pemex la refinería permitiría enviar gasolina, diésel, turbosina y otros productos petrolíferos vía marítima a la costa del Golfo de México, por ducto hacía la frontera norte, así como vía terrestre hasta el centro del país.
También busca procesar y capturar mayor valor del crudo Maya, pues la refinería tiene la capacidad de recibir y procesar combustóleo nacional.
Datos de la empresa señalan que en octubre las gasolinas importadas representaron 54.5 por ciento del volumen total del combustible reportado por Pemex, luego de que esas compras llegaron a representar 70 por ciento.