Guadalajara, Jal., El alzamiento de 150 muchachos del Gueto de Varsovia que se enfrentan durante 13 días a miles de soldados nazis bien provistos de armas es el centro de Sabemos cómo vamos a morir, un libro de no ficción “lleno de luz, pero también de horror”, explicó ayer su autor, Paco Ignacio Taibo II, en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
En la charla transmitida vía Internet, el escritor e historiador recordó: “lloré un chingo de veces escribiéndolo. Se trata de una batalla contra la desmemoria, una enfermedad muy común en nuestro planeta que hace que lo que duele se olvide, los horrores se tapen y las culpas se oculten”.
Paco Ignacio Taibo II recordó que en ese espacio borrado por los nazis murieron un millón de personas: niños, mujeres, adultos y jóvenes. “Ahí fueron asesinados o llevados a los campos de la muerte. Los combatientes del gueto, su dirigente Mordejái Anilevich tenía 24 años y los otros, de 17 a 23. Esos muchachos eran socialistas y judíos”.
La culpa, dijo el narrador, “es un sentimiento muy positivo porque obliga a la reacción. Yo soy parte de la humanidad que asesinó a los muchachos, a los adultos, a las mujeres, a los niños en ese gueto y comparto el sentimiento que provoca un ‘no te lo calles, güey’”.
Destacó que en su narración “todo es tragedia, pero de repente hay momentos de luz y heroísmo. La palabra es tan gastada que cuesta trabajo escribirla dándole la profundidad que tiene, así como ‘inolvidable’ y ‘épico’. Estuve escribiendo un libro en una guerra contra los viejos términos para que vuelvan a tener el sentido profundo que tuvieron en su momento”.
Taibo II mencionó que este título “me perseguía y yo lo perseguía. Desde que tuve la primera noticia de Mordejái Anilevich me dije: ‘esta historia no está en ningún lado. Nunca fue escrita esta biografía. ¿Cómo es posible? No conocíamos la historia del gueto de Varsovia, el acto de heroísmo más grande de la Segunda Guerra Mundial.
Explicó que “el grupo de muchachos dirigidos por Mordejái Anilevich decidió que iban a morir en combate, ya que en realidad vivían el gueto como una máquina de muerte, que asesina por hambre, bala y enfermedad”.
El autor de la trilogía Patria relató que la llamada Organización Judía de Combate fue invitada por guerrillas judías en los alrededores de Varsovia a unírseles en los bosques circundantes. “La carta de respuesta fue la que disparó toda esta historia. Decía: ‘Hasta ahora los judíos sabemos que vamos a morir, pero ahora sabemos cómo vamos a morir’”.
El narrador sostuvo con la voz entrecortada: “cuando a los 20 años tienes esta malvada certeza, ¿qué es?, ¿heroísmo?, determinación?, ¿conciencia de que no hay salida posible y vas a buscar la imposible pero más digna?”
Cuenta que los jóvenes tenían algunas armas y enfrente tienen tres mil soldados de las SS que cuentan con tanques, artillería y aviación. Cuando los alemanes intentan hacer un traslado de judíos a Treblinka, donde el promedio de vida era de 24 horas, les responden a tiros.