El fin de un viaje muy largo, “rocambolesco, lleno de aventura y emocionalidad” ha sido el camino de La casa de papel, una de las series más vistas que este viernes se despide de manera definitiva con el volumen 2 de la quinta temporada.
En conferencia de prensa virtual, los creadores de la serie de Netflix Esther Martínez Lobato y Álex Pina, así como el director y productor ejecutivo, Jesús Colmenar, comenzaron la “emotiva” despedida mediática junto con Álvaro Morte (El Profesor), Úrsula Corberó (Tokio), Darko Peric (Helsinki), Jaime Lorente (Denver), Pedro Alonso (Berlín), Najwa Nimri (Alicia Sierra), Esther Acebo (Estocolmo), Miguel Herrán (Río), Enrique Arce (Arturo Román), Belén Cuesta (Manila), Hovik Keuchkerian (Bogotá) y Luca Peros (Marsella).
Tras la muerte de figuras emblemáticas del equipo de atracadores, como la de Tokio se develará en los últimos cinco capítulos, lo que sucede con el gran robo del oro al interior del Banco de España.
La emocionalidad, expresó Martínez Lobato, rondará a los personajes “que han estado a tope de emociones, encerrados durante mucho tiempo. Teníamos que finalizar bien la historia con ellos, darles mucha cancha a sus emociones, a todo lo que han sufrido; necesitamos cerrar con mucho sentimiento este viaje”.
La creativa puntualizó: “La narrativa es más emocionante, pues en mucho tuvo que ver que nos estábamos despidiendo de todos ellos. Hay muchos guiños a cómo comenzó la serie, los personajes y hay algunas situaciones que se repiten”.
Para Álex Pina, “esta temporada es más orgánica, pues tiene una solidez muy completa; dónde empieza, dónde acaba, y qué ocurre con los personajes. Muchas de las secuencias que me gustan, están en este bloque; hemos vuelto con elementos como sacar al Profesor a la calle ha sido muy poderoso; hay gran parte de adrenalina y muchos giros; sin embargo funciona muy bien en términos sentimentales, pues está equilibrado el final y cuando la gente llegue al último capítulo va a decir: y cómo van a salir de ésta”.
Al respecto, Jesús Colmenar aseguró que no habrá otra temporada y comentó: “Visualmente la serie está muy hecha; es curioso porque me acuerdo de estar rodando una secuencia concreta del último capítulo y tener la sensación todavía, de que estábamos buscando un nuevo lenguaje. Nunca nos hemos detenido en ese aspecto desde la primera temporada. Siempre buscamos ir más allá y ofrecerle algo nuevo al espectador”.
La gran diferencia, dijo, “es que en la primera parte manejamos, la épica de la acción, el tono bélico, y en esta segunda, una épica emocional de los personajes que alcanzan sus clímax”. De hecho, “hasta el último capítulo de La casa de papel, no terminas de cerrar todo el viaje por completo y entender lo que ha sido la serie en su conjunto, lo cual es muy bonito”.