Dos millones y medio de enfermeras y enfermeros de 28 países solicitaron una investigación de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre violaciones de derechos humanos cometidas por la Unión Europea, Gran Bretaña, Suiza, Noruega y Singapur al bloquear la exención de las patentes de las vacunas, a medida que proliferan nuevas cepas.
El bloqueo a la renuncia de patentes “es una clara violación del derecho a la salud de enfermeras, cuidadores y pacientes. Así que ahora los vamos a llevar a los tribunales. Exigimos una investigación urgente sobre la obstrucción de estos criminales del Covid-19”, sentencia la carta.
Desde finales de 2020, países como India y Sudáfrica solicitaron a la Organización Mundial de Comercio levantar los registros, lo que permitiría que la fórmula de una vacuna esté disponible para que los fabricantes las produzcan localmente. La Unión Europea, Noruega, Gran Bretaña, Singapur y Suiza bloquearon la petición.
El personal de salud ha sido testigo de primera mano del “asombroso número de muertes y el inmenso sufrimiento causado por la inacción política”, señalaron los sindicatos de enfermería de 28 países.
Al menos 115 mil miembros del personal médico y sanitario de todo el mundo han muerto a consecuencia del Covid-19 y aunque 40 por ciento en promedio ha sido completamente vacunado, en África y el Pacífico occidental la cifra es inferior a 10 por ciento.
La negativa de algunos países a ceder en las reglas sobre los derechos de propiedad intelectual de las inmunizaciones contribuyó a un “apartheid de vacunas”, en el que las naciones más ricas aseguraron al menos 7 mil millones de dosis, mientras las de bajos ingresos tienen alrededor de 300 millones.
Tal distribución no sólo es “extremadamente injusta”, argumentaron los enfermeros, sino que la transmisión desenfrenada de Covid-19 en los países en desarrollo también aumenta el riesgo de que aparezcan nuevas variantes, como ómicron.
“Como trabajadores de primera línea, estamos en una buena posición para testificar contra la violación del derecho de todos al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental debido al impacto de una exención retrasada de renunciar temporalmente a los patentes de vacunas”, indican en la carta.
“En lugar de apoyar esta exención, ciertos gobiernos están protegiendo las ganancias de las grandes compañías farmacéuticas a expensas de la salud pública”, deploran.
La misiva, dirigida a Tlaleng Mofokeng, médico sudafricano y relator especial de la ONU sobre salud física y mental, se puede leer completa aquí: https://tinyurl.com/28bn483v .