La pandemia de Covid-19 ocasionó una caída de 2.5 por ciento en la matrícula escolar del país en los niveles obligatorios (de prescolar a media superior), revela un estudio de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MejorEdu) publicado ayer.
Con base en datos preliminares, el análisis señala que uno de los efectos de la crisis sanitaria en el sistema educativo nacional es que al inicio del ciclo escolar 2020-2021 estaban matriculados 29.4 millones de estudiantes en prescolar, primaria, secundaria y educación media superior, cifra menor en 763 mil 299 alumnos a los 30.5 millones inscritos en el anterior periodo.
En el reporte de 430 páginas titulado Indicadores nacionales de la mejora continua de la educación en México. Cifras del ciclo escolar 2019-2020, MejorEdu señala que los dos niveles con mayor disminución en su matrícula escolar en este periodo son prescolar y bachillerato, con caídas de 8.6 y 3.1 por ciento, que representan 406 mil 439 y 159 mil 668 estudiantes menos, respectivamente.
En los otros niveles las disminuciones registradas para ese periodo fueron 184 mil 856 alumnos, en el caso de primaria, y 12 mil 336 en secundaria. “Un cambio ligeramente por arriba de lo esperado con las tendencias de los últimos cinco ciclos escolares”.
Los resultados se obtuvieron a partir de la estadística al comienzo del ciclo escolar 2020-2021, por lo que “no es posible calcular las tasas de deserción que cubren este periodo pandémico, pero sí permiten tener un primer acercamiento a los cambios que se produjeron en la matrícula de educación obligatoria y que no se esperaban, considerando la tendencia respecto a ciclos anteriores”.
El estudio señala además que aún está pendiente indagar el impacto en los aprendizajes de los estudiantes, en su salud socioemocional y en las consecuencias a largo plazo de “dos ciclos escolares atípicos”, que antes la pandemia estaba en alguna condición de vulnerabilidad y en riesgo de desafiliación del sistema educativo.
Los resultados arrojan que los cambios no se limitaron a la matrícula, sino que afectaron también, en menor medida, el número de escuelas en activo a inicios del ciclo 2020-2021. La pandemia obligó a millones de estudiantes del país de todos los grados en el último tercio del ciclo escolar 2019-2020 y todo el siguiente a continuar sus clases a distancia –por Internet, televisión o materiales que se distribuyeron por diversos medios a las familias– tras el cierre de los planteles.
Y aunque la situación aún no se estabiliza, los primeros datos revelan que se acentuaron las desigualdades educativas con afectaciones para muchos estudiantes y sus familias en nuestro país, sobre todo para quienes no contaban con las herramientas tecnológicas y los recursos para tener educación a distancia.
Quienes “antes de la pandemia ya estaban en riesgo de ser excluidos del sistema educativo debido a situaciones familiares, económicas o por enfrentar alguna condición de vulnerabilidad, se encontraron en serias dificultades para allegarse de los recursos que requiere la modalidad educativa emergente, e incluso para mantenerse en la escuela a la distancia. Esto elevó el riesgo de desafiliación escolar o de interrumpir parcial o definitivamente su trayectoria escolar”.
