Tegucigalpa. La opositora hondureña Xiomara Castro se encaminaba a regresar a la izquierda al poder, 12 años después de que su esposo, Manuel Zelaya, fue derrocado en un golpe de Estado, incluso pese a que la actualización del conteo de votos de las elecciones del domingo se detuvo ayer.
Castro, quien sería la primera presidenta de la nación centroamericana, ha prometido grandes cambios en Honduras, incluida una reforma constitucional, luchar contra la corrupción y flexibilizar las restricciones al aborto.
También ha lanzado la idea de abandonar el apoyo diplomático a Taiwán en favor de China, propuesta política observada de cerca por Washington, Pekín y Taipei.
Con 51.45 por ciento de votos escrutados, Castro, del Partido Libertad y Refundación (Libre), cosechaba 53.61 por ciento de respaldo, mientras Nasry Tito Asfura, alcalde de la capital y aspirante del gobernante Partido Nacional de Honduras (PNH), obtenía 33.87 por ciento, según cifras oficiales preliminares.
Sin embargo, el recuento no se había actualizado en más de 15 horas, hasta el cierre de esta edición.
El ex presidente costarricense Luis Guillermo Solís, jefe de la misión de observación de la Organización de Estados Americanos en el país, declaró a Reuters que no veía nada de malo en la demora y esperaba que el Consejo Nacional Electoral (CNE) aclarara el asunto.
Más temprano, los hondureños se habían impacientado y recordaron lo que sucedió en las presidenciales de 2017, cuando la tendencia cambió repentinamente después de que el conteo se detuvo durante horas, desatando protestas y acusaciones de fraude contra el saliente mandatario Juan Orlando Hernández.
La consejera del CNE, Rixi Moncada, pidió “responsabilidad y paciencia” y aseguró: “seguimos trabajando”.
Las elecciones de este año se celebraron en un contexto de escándalos de corrupción y descontento social en la nación centroamericana, alimentado por una economía en crisis y una violencia crónica del crimen organizado, que ha empujado a un número récord de hondureños a abandonar su lugar de origen.
“Rotunda victoria en todo el país”, tuiteó Castro ayer en la tarde.
El líder de la principal cámara de comercio de país Eduardo Facusse tuiteó: “el sector privado reitera su compromiso de hacer todo lo necesario para que su gestión sea ejemplo de transformación”.
Castro respondió: “vamos a trabajar de la mano con el sector privado para mejorar el clima de inversión con el objetivo de generar empleos”.
Al mediodía de ayer, el tercero en la carrera, Yani Rosenthal, reconoció su derrota y felicitó a Castro como virtual presidenta de Honduras.
La suerte de los 128 miembros del Congreso hondureño seguía en el aire, ya que el árbitro electoral aún no ha publicado resultados preliminares. Si el PNH puede mantener el control, podría bloquear muchas de las iniciativas de Castro.
Por lo pronto, el candidato a la alcaldía de Tegucigalpa por el PNH, David Chávez Madison, reconoció su derrota y la victoria de Jorge Aldana, de Libre, lo que pone fin a 20 años en el poder de la derecha.
En la única rección desde el exterior, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, felicitó a Castro.