Lima. El presidente de Perú, Pedro Castillo, se deslindó anoche “de cualquier acto de corrupción”, luego de que se reveló que sostuvo reuniones con la asesora empresarial Karen López, y después uno de los consorcios asesorados por esta mujer obtuvo un contrato de obra pública por más de 58 millones de dólares.
Acompañado de los miembros de su gabinete, Castillo afirmó, en un mensaje dirigido a la nación, que las reuniones oficiales “únicamente” se realizan en el palacio de gobierno y señaló que, en lo que fue su cuartel durante la campaña electoral en el distrito limeño de Breña, se desarrollan visitas de carácter personal y no favorecen a ningún interés privado.
Los reportes sobre sus encuentros secretos en Breña generaron no sólo cuestionamientos a su incumplimiento a las normas de transparencia, sino pedidos de información y acciones de control por la Procuraduría y la Contraloría.
Horas antes del mensaje, el procurador general Daniel Soria solicitó al secretario presidencial Carlos Jaico información acerca de esas reuniones.
Incluso quien fue su primer ministro hasta el pasado 6 de octubre, Guido Bellido, exigió que el Ministerio Público investigue el caso que salió a la luz antier, cuando una investigación periodística reveló los encuentros del mandatario con Karelim López.
Bellido fue retirado del cargo de primer ministro luego de una gestión caracterizada por enfrentamientos con la oposición y por contradecir al mandatario en asuntos de políticas públicas.
La vivienda que fue su centro de operaciones durante la campaña, funcionó como despacho presidencial en sus primeros días en el cargo, luego de asumir el poder el 28 de julio.
Un consorcio que es asesorado por López obtuvo, meses después de dichas reuniones, la concesión del gobierno para ejecutar una obra vial por 58.1 millones de dólares.
El escándalo afloró cuando la región norte del país fue golpeada por un terremoto de magnitud 7.5 que dejó un niño de tres años muerto, 12 heridos y más de 2 mil damnificados, de acuerdo con el balance preliminar que presentaron ayer las autoridades.
Sobre el menor muerto, el director de Salud de Amazonas, Elías Bohórquez, declaró a la radio local RPP: “le cayó gran cantidad de madera encima. El fallecimiento se reportó a las 6:03 (hora local de ayer).
Según el último reporte que proporcionó el Instituto Nacional de Defensa Civil, de los 12 lesionados que se reportaron, siete ya recibieron el alta médica.
Miguel Yamasaki, director de Defensa Civil, al actualizar la información, dijo que cinco iglesias y un centro de salud fueron devastados.
El movimiento telúrico se registró el domingo a las 5:52 (hora local) con epicentro 98 kilómetros al este de Santa María de Nieva, en la región de Amazonas, en la selva norte de Perú, y a una profundidad de 131 kilómetros, de acuerdo con el Instituto Geofísico.
La gran profundidad provocó que la onda expansiva fuera mayor y afectara a casi la mitad del país, incluida Lima, ubicada mil kilómetros al sur del epicentro.
“No queremos tener consecuencias funestas”, manifestó el presidente Castillo, quien inspeccionó ayer la zona afectada.