Los Ángeles., Lee Elder, quien derribó las barreras raciales como el primer golfista afrodescendiente en participar en el Masters de Augusta y allanó el camino para que Tiger Woods y otros le siguieran, falleció el domingo a los 87 años en Escondido, California, informó la Gira de la PGA.
Debert Cook, de la publicación African American Golfers Digest, dio la noticia el lunes, confirmada ayer por la PGA con la familia de Elder.
Había estado mal de salud y llevaba un tubo de oxígeno bajo la nariz cuando compareció en la apertura del Masters en abril. “Lee era un buen golfista, pero sobre todo, un gran hombre que era muy respetado por un gran número de personas”, tuiteó Jack Nicklaus.
“El deporte del golf ha perdido un héroe en Lee Elder”, agregó.
Héroe digno de las más “tremendas ovaciones”
Elder, un texano que desarrolló su juego durante la época de la segregación mientras trabajaba de caddie y se dedicaba a hacer rondas, marcó historia en 1975 en el Augusta National, que había sido un torneo exclusivo de blancos hasta que Lee fue invitado tras ganar el Abierto de Monsanto el año anterior.
No logró avanzar en el Masters, pero se convirtió para siempre en una figura innovadora en un deporte que nunca había sido conocido por su tolerancia racial.
Pasaron 22 años antes de que Tiger Woods se convirtiera en el primer golfista afrodescendiente en conseguir la chaqueta verde y dar comienzo a una de las carreras más exitosas en la historia del golf.
Cuando recibió un homenaje en la edición 85 del Masters de Augusta, el pasado abril, el circuito PGA lo invitó para hacer el saque de honor junto a su compatriota Jack Nicklaus y el sudafricano Ga-ry Player.
Elder fue recibido con una ronda de aplausos en reconocimiento a su lugar en la historia del Tour.
“Fue una de las experiencias más emotivas en las que he participado”, dijo entonces Elder; “es algo que apreciaré el resto de mi vida”.
Además del Mansanto Open de Florida, en 1974, ganó en Houston en 1976 y en el Greater Milwaukee y el Westchester Classic en 1978.
En el Masters de 1975 “el recuerdo más fuerte que tengo es lo nervioso que estaba al llegar al primer tee”, explicó Elder; “ese día tuve una ronda maravillosa. En cada tee y en cada green que pisaba recibía tremendas ovaciones. Tener algo así ayuda a tranquilizarte”.