Con el programa Ciudad al Aire Libre, restaurantes de colonias como Polanco, Condesa y Roma han superado el número de mesas con las que trabajaban antes de la pandemia del Covid-19; ello, a costa de la invasión del espacio público, impidiendo el paso peatonal y con riesgo en materia de protección civil para la atención de emergencias, sin que a dichos establecimientos les cueste un peso, señalaron vecinos de las zonas afectadas.
Son 13 mil 573 restaurantes los que se han acogido a esta estrategia, señaló, a su vez, el titular de la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP) de la Ciudad de México, José Peña Merino, quien dijo que el programa ha sido bien recibido por los ciudadanos y aunque admitió que sí hay algunos restaurantes que han abusado del mismo, afirmó que son los menos y en cambio “embellecen” las calles.
Ciudad al Aire Libre nació como un programa emergente para permitir a estos negocios incrementar hasta 75 por ciento el número de mesas con terrazas en banquetas, estacionamientos e incluso en el primer carril de las calles, donde es viable, que ahora se pretende hacer permanente.
“Estamos cediendo el espacio público sin que haya algo a cambio para la ciudad”, señaló Mayte de las Rivas, de la organización vecinal La Voz Polanco, por lo que, dijo, los vecinos pedimos que al menos se cobre a los establecimientos una cuota que sirva para mejorar las colonias afectadas, en un esquema similar al de los parquímetros.
Y es que en calles como Emilio Castelar, donde se ocupa todo un carril de estacionamiento, la saturación del espacio es tal que no solamente afecta el libre tránsito, sino que en caso de una emergencia, no hay forma de que una ambulancia o carro de bomberos pase por el lugar, sobre todo los fines de semana, donde por las noches los restaurantes “se convierten en antros”.
En la avenida Michoacán, en la colonia Condesa, la situación es similar. Los restaurantes han invadido la acera, así como el primer carril, situación que para vecinos como Aurora Reyes, es un riesgo de protección civil, ya que en muchas ocasiones, por ejemplo, los vehículos quedan atorados en el tráfico con las pipas del gas que dan servicio a los establecimientos.
Aunque la ADIP ha iniciado una mesa de diálogo con los inconformes, la líder vecinal destacó que de no haber una respuesta satisfactoria, como reducir a 20 por ciento las mesas que se pueden instalar al aire libre, ellos continuarán con el amparo que interpusieron contra el programa en días pasados, el cual, dijo, sigue su trámite.
Al respecto, Peña Merino señaló que se trabaja en hacer modificaciones al programa que da dinamismo económico a la ciudad y además la “embellece”; por lo que en los casos en los que no se siguen los lineamientos, lo que se hace es “sensibilizar” a los restauranteros para cumplir con ellos, sin ningún tipo de sanción.
Precisó que el diálogo con los vecinos tienen como propósito tomar en cuenta sus opiniones para mejorar el programa y que éste pueda seguir cumpliendo con su propósito de cuidar la salud y la economía de los capitalinos.