Ciudad de México. Las agresiones contra mujeres son una práctica que se ha normalizado y arraigado en la sociedad, además que de que se ven obligadas a migrar con las afectaciones que conlleva en lo individual.
Actualmente, la violencia también se presenta por los medios digitales, coincidieron en señalar expertos universitarios y de instituciones de educación superior de México y América Latina.
Al participar en el taller “Ni un machismo cotidiano más”, en conmemoración por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el director de la Facultad de Ingeniería (FI), Carlos Agustín Escalante Sandoval, explicó que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) asume una política de tolerancia cero frente a las vejaciones y reitera la voluntad de atender las demandas de su comunidad ligadas a esta problemática, que atenta contra los derechos humanos.
La entidad a su cargo declara inadmisible este fenómeno y de cualquier tipo, porque comprometen la sana convivencia de su comunidad, por eso se actúa para erradicarla, a fin de favorecer la integración, inclusión, pluralidad y libertad de acción, destacó.
En congruencia con esta visión, con ánimo participativo, agregó, se perfeccionan los mecanismos y protocolo de atención, acompañamiento y seguimiento de estos casos.
Como parte de las actividades que la UNAM realiza para conmemorar el #25N, la profesora de Psicología Clínica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, Patricia Valladares de la Cruz, ofreció la conferencia “Tipos de violencia de género”, organizada por el Instituto de Energías Renovables, en la cual puntualizó que el problema es que se trata de una práctica normalizada y arraigada en la sociedad mexicana, que a numerosas les cuesta trabajo y tiempo desmontar.
Son diversas las formas: agresiones físicas, violaciones, abuso sexual, gritos, amenazas e insultos, además de las invisibles como humillar, desvalorizar, despreciar, ignorar, chantaje emocional, culpabilizar, bromas sexistas, controlar, invisibilizar lo que ellas dicen, anulación y micromachismo; el feminicidio es la punta del iceberg, comentó.
Desde su nacimiento enfrentan situaciones como “la de los ojos morados que es la más típica como parte de las agresiones físicas, pero también psicoemocional, psicológica, sexual, económica, patrimonial, contra los derechos reproductivos y obstétrica”, ejemplificó.
El feminicidio es producto de la violación de sus garantías fundamentales; en los ámbitos público y privado, es el conjunto de conductas misóginas y de desprecio hacia lo femenino, que ocasiona impunidad social y del Estado, añadió Valladares de la Cruz.