Las actuales condiciones de movilidad en México y Centroamérica han incrementado los riesgos para los migrantes, deplora el coordinador para la región del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Jérémy Renaux, quien consideró que entre las más graves consecuencias está su desaparición. Un fenómeno cuya atención se torna más compleja por la falta de certeza de cifras, lo que dificulta dimensionar la magnitud de centroamericanos en esta situación.
Frente a las consecuencias humanitarias por estos incesantes flujos de personas, el CICR diseñó un mapa del territorio nacional de riesgos y sitios de ayuda. “Nosotros no promovemos ni prohibimos la migración, es un derecho humano. Lo que nos importa es que tengan la información y sepan qué hacer en caso de enfrentar problemas”, apunta Renaux, quien reconoce que los riesgos son múltiples.
Se trata de un mapa con mensajes de autocuidado, que se distribuye tanto en comunidades de origen como en la ruta migratoria. Incluye algunas advertencias sobre los peligros que enfrentan y recomendaciones de cómo reducirlos.
“Hay fallecimientos por terrenos hostiles por los cuales pasan, personas que fallecen en el desierto, por deshidratación, picaduras de alacranes, personas que desaparecen o fallecen a consecuencia de la violencia, porque muchas veces pasan por territorios donde hay presencia de grupos armados”, dijo. Separación de familias, personas mutiladas y desaparición forman parte de las causas principales de atención humanitaria del CICR.
Para Renaux, los retos en México en materia de desaparición son grandes y las masacres de migrantes han sido muestra de la violencia. En cuanto a desaparición, “como país de origen, tránsito, destino y retorno, lo que observamos es que hay un número importante, creciente, pero desconocido con precisión. En especial, no hay un registro con datos exactos de personas migrantes desaparecidas, lo seguimos por reportes de familias”.
La nueva mesa de coordinación (en el seno del Sistema Nacional de Búsqueda) entre autoridades mexicanas y de Centroamérica para la localización, identificación y repatriación de cuerpos podría agilizar las investigaciones y los procesos de retorno de cadáveres, lo que en la actualidad es muy complicado para las familias, indicó Renaux, por lo cual será fundamental una mayor interlocución con las víctimas.
El CICR mantiene un programa de apoyo para fortalecer los servicios médicos forenses en la formación y capacitación de personal que pueda recuperar, resguardar e identificar cuerpos conforme a los estándares internacionales de multidisciplinariedad.