En el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022 hubo reasignaciones por poco más de 8 mil millones de pesos, la mayoría de los cuales se destinaron a diversos programas sociales, entre ellos el de Fertilizantes y Pensión para las Personas con Discapacidad Permanente, así como a esquemas de vacunación. En conjunto, dichas adecuaciones sólo representan 0.11 por ciento del total presupuestado.
Así lo indicó un estudio del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el cual advirtió que el año próximo se seguirá priorizando la atención a adultos mayores sobre los niños, niñas y adolescentes, lo cual puede tener consecuencias a largo plazo en términos de productividad.
En su análisis, el CIEP señaló que el monto total de reasignaciones hechas por la Cámara de Diputados al PEF 2022 fue de 8 mil 38 millones de pesos, de los cuales 125 millones se destinaron a diversas instituciones, en particular al Senado, y los restantes 7 mil 913 millones a ramos autónomos y programas sociales.
A la Secretaría de Bienestar se le otorgaron 2 mil 457 millones de pesos (31 por ciento del total reasignado a ramos administrativos), de los cuales 2 mil millones serán para el esquema de Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente y los restantes 457 millones para Sembrando Vida.
En tanto, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social recibirá 500 millones adicionales, que se destinarán al programa Jóvenes Construyendo el Futuro (6.3 por ciento del total). Por su parte, la Secretaría de Agricultura tendrá acceso a 2 mil 700 millones extra, de los cuales 34.1 por ciento se irá al programa Fertilizantes.
Por otra parte, el CIEP documentó que la Secretaría de Salud recibirá mil 580 millones más, sobre todo para el Programa de vacunación; Relaciones Exteriores tendrá 560 millones adicionales para la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional, y Educación Pública 116 millones extras destinados a la Unidad Interdisciplinaria de Ingenierías campus Palenque del Instituto Politécnico Nacional.
En sus conclusiones, el estudio alertó de que las finanzas públicas del país siguen mostrando un reducido espacio fiscal –es decir, la cantidad de recursos sobrantes de un país, luego de cubrir sus gastos ineludibles–, “derivado de los bajos ingresos y los gastos obligatorios. Para 2022, el espacio fiscal se ubicaría en 2.1 por ciento del PIB, mientras en 2016 fue de 6.4 por ciento”.
Asimismo, señaló que concentrarse de forma prioritaria en la atención de adultos mayores y no de niños, niñas y adolescentes, “tendrá consecuencias en la acumulación de capital humano en el mediano y largo plazo e impactará negativamente en la productividad y competitividad de la economía”.