Calais. Los gobiernos de Francia, Bélgica, Alemania y Países Bajos acordaron ayer endurecer las medidas contra las mafias de tráfico de personas que operan en el Canal de la Mancha, cuatro días después del peor naufragio ocurrido en esa vía.
Los líderes europeos acordaron además “mejorar la cooperación conjunta con Reino Unido”, pese a la ausencia de los británicos, que fueron excluidos por el gobierno francés.
La cumbre fue convocada de emergencia en ese puerto al norte de Francia después de la muerte por ahogamiento de 27 personas que intentaban llegar a las costas británicas y cuya embarcación se volcó. La tragedia generó una crisis entre Londres y París hasta el punto de que Francia retiró la invitación a Reino Unido para asistir a la cita de Calais.
El origen de la disputa está en que el premier británico, Boris Johnson, publicó en Twitter una carta dirigida al presidente francés, Emmanuel Macron, antes incluso de que ésta fuera recibida en El Elíseo, en la que pedía a Francia que se hiciera cargo de los migrantes que llegaran a Gran Bretaña desde las costas francesas.
Gerald Darmanin, ministro francés del Interior, en un mensaje a su par británica, Priti Patel, dijo estar “decepcionado” por las exigencias del premier británico, y consideró que era aún peor que se publicaran. El presidente Macron echó en cara a Johnson sus métodos “poco serios”.
“Queremos colaborar con los británicos, que son nuestros aliados”, aseguró Darmanin, aunque también advirtió que Francia no quiere ser rehén de la política interna británica y pidió a Londres más cooperación policial, así como más medidas para reducir “el atractivo” del mercado británico de trabajo y que abran las vías legales a los refugiados.
La agencia de protección de fronteras de la Unión Europea, Frontex, destinará aviones de patrulla a la zona del canal a partir de diciembre, anunció Darmanin, quien subrayó la importancia de la dimensión humanitaria de esta situación. “Criminalizar a los refugiados no ayuda”, subrayó.
Patel, por su parte, también defiende la cooperación con los países vecinos. “Reino Unido no puede afrontar esta situación en solitario. Todos tenemos que asumir nuestra responsabilidad y colaborar en este momento de crisis”, comentó ayer. De lo contrario hay una amenaza real de que haya “escenas incluso peores en las aguas heladas de los meses de invierno”.
Según Patel, el trabajo conjunto de París y Londres permitió evitar más de 20 mil travesías este año y realizar más de 400 detenciones.
En el encuentro participaron los ministros de Migración de Alemania, Países Bajos, Bélgica y Francia; la comisaria de Asuntos Internos de la Unión Europea y las agencias europeas de policía Europol, y de control de fronteras, Frontex.
La reunión busca “luchar contra la migración clandestina y las redes de traficantes de personas”, según la nota de prensa del ministro francés Darmanin, enviada antier.
A bordo de embarcaciones frágiles, los migrantes intentan llegar a las costas inglesas casi a diario, partiendo de Francia, un fenómeno que, de acuerdo con el ministro, ha alcanzado una magnitud inédita desde el Brexit.
En tanto, el papa Francisco expresó su dolor por los migrantes muertos en el Canal, por aquellos atrapados en la frontera bielorrusa, y por los del Mediterráneo.
También hizo un llamado “a las autoridades civiles y militares para que el diálogo se imponga finalmente a cualquier intento de utilización” de los migrantes.