Ciudad de México. La agricultura se ha convertido en una de las principales herramientas de desarrollo económico de México desde la firma del acuerdo comercial de Norteamérica, en 1994; sin embargo, los trabajadores de ese sector padecen más desventajas que otros: bajos salarios, pocas prestaciones y privaciones de contrato laboral, entre otras.
Un estudio realizado por El Colegio de la Frontera Norte (Colef) y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, revela que la media nacional de ingresos mensuales para los jornaleros es de alrededor de 4 mil pesos. En Baja California –que concentra 2.3 por ciento de la fuerza laboral agrícola del país– se percibe casi el doble: 7 mil 680.
La investigación advierte que cerca de 90 por ciento de los trabajadores del campo cuentan con seguro médico y otras prestaciones básicas de ley durante el periodo de su contrato, que es de cuatro a nueve meses, “pero habría que investigar qué sucede con esa población una vez que finaliza la relación laboral”.
El análisis titulado Jornaleros agrícolas en cultivos de exportación en Baja California: condiciones laborales, salud y vivienda –que se presentó hace unos días–, tiene la intención de conocer las circunstancias de vida y trabajo de ese sector y si les permiten estar sobre la línea de pobreza y alcanzar un mejor rango de bienestar. Esto es fundamental para mantener la participación de México en el T-MEC.
Mujeres, quienes más padecen malas condiciones
Entre los resultados destaca que el acceso al trabajo, el salario, los horarios, las afiliaciones al Instituto Mexicano del Seguro Social y las condiciones laborales representan una deficiencia aún mayor entre el sector femenino dedicado a tareas del campo.
Agustín Escobar, uno de los coordinadores del estudio, indicó que el proyecto surgió de una encuesta amplia y representativa (con alrededor de mil personas), así como de cuestionarios puntuales y con trabajo etnográfico.
En la presentación, el académico del Colef señaló que la agricultura mexicana se ha convertido en una de las principales herramientas de desarrollo económico. Desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en 1994, con un crecimiento de 800 por ciento en el valor de lo exportado hacia Estados Unidos.
También han crecido el comercio con otras entidades y agregó que en 2019 más de 90 por ciento del saldo positivo en la balanza de pagos del tratado comercial se debió a la agricultura.
El investigador reveló que existe una brecha importante entre el sector formal e informal; este último representa a pequeños productores y rancheros, quienes basan sus lazos laborales en acuerdos verbales sin prestaciones de ley y en ciclos de contratación cortos.
Omar Stabridis Arana, investigador del Colef y otro de los coordinadores, comentó que el levantamiento del estudio se realizó en los centros de trabajo directamente, sin intervención de los productores, además de realizar acercamientos con los trabajadores en sus propios hogares. Se efectuaron cerca de un millar de consultas con representatividad estadística.
La edad que tienen los jornaleros que labora en esa zona ronda entre los 19 y 49 años; en su mayoría se trata de inmigrantes permanentes, es decir, personas nacidas en otras regiones del país, pero que optaron por quedarse a vivir en Baja California por las condiciones laborales.