Ciudad de México. El rostro de Darío Castro era de dolor al sufrir un tirón en la pierna en el kilómetro 35, redujo el paso y casi estuvo a punto de parar. Como pudo, sacó fuerzas para alcanzar otra vez a Eloy Sánchez, con quien peleaba la punta. Cruzaron palabras y siguieron juntos rumbo al Zócalo en una entrada final que se definió cuando su pie tocó primero la línea del tapete electrónico para ganar por un segundo de diferencia el maratón de la Ciudad de México, con el 1-2 que los anfitriones repitieron después de 12 años.
GALERÍA: Tras 12 años, dos mexicanos ganan el Maratón de la CDMX.
La pandemia del Covid-19 canceló la edición 38 en 2020, la cual se celebró ayer tras una espera de 15 meses. No se dio esa multitud esperada de años anteriores, pero la entrega que ofrecieron los 14 mil participantes, algunos con cubrebocas, que a temprana hora salieron con los bocinazos que dio la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum en las diferentes categorías frente al Estadio Olímpico Universitario fue reconocida con aplausos, porras y matracas del público reunido en los lugares emblemáticos de la capital.
Un grupo de ocho corredores élite se fue al frente, la mayoría mexicanos; destacaban Darío Castro, Hesiquio Flores, Jorge Cruz, Eloy Sánchez, el keniano Rodgers Ondati y el peruano Wily Canchanya.
Así se mantuvieron durante una hora, alternando las posiciones hasta el kilómetro 21, pasando el Auditorio Nacional. Comenzaron los cambios de ritmo y quedaron cinco.
Para el 27, Sánchez y Castro se fueron al frente con un Ondati rezagado en el tercer lugar. Fue el único keniano que dio pelea ante la ausencia de sus compatriotas de mejor nivel que dominaron durante más de una década la prueba.
En Reforma y pasando el Ángel, Castro perdió el paso, sintió un dolor en el muslo derecho en el kilómetro 35, donde los maratonistas comienzan a padecer los estragos del esfuerzo y es cuando empieza la verdadera prueba de resistencia.
Darío no se rindió, se sobrepuso y alcanzó a Eloy para estar ambos en la punta otra vez. Se dieron ánimos mutuamente y con renovado brío continuaron hasta el final.
Por la enorme pantalla instalada en el Zócalo y entre el bullicio y los aplausos del público al ver a los dos mexicanos pegaditos y al mismo paso para compartir el primer lugar, el pie derecho de Castro cruzó la meta para ser el ganador con un tiempo de 2:14.51 sobre los 2:14.52 de Sánchez.
Atrás llegaron el keniano Ondati, tercer lugar con 2:17.31, por delante de Jorge Cruz, 2:18.36 y José Antonio Uribe, 2:19.09.
“Venía concentrado y de repente sentí el tirón, pero no perdí la fe y seguí corriendo hasta llegar, gracias a Dios terminamos. He trabajado para lograr muchas cosas y ganar en casa me pone muy contento”, dijo Castro, representante del Ejército.
“No fue casualidad ni nada, es el resultado de muchos años. Era el ob-jetivo buscar el podio”, enfatizó el pupilo de Enrique Hernández.
Eloy, también militar, estaba feliz porque mejoraron sus marcas; “este triunfo es para la gente que esperaba ver a los mexicanos en lo más alto”.
Desde 2009 no se daba un podio mexicano, y en aquella ocasión arrasaron con Edilberto Méndez, Rogelio López y Ruperto Blas.
Lucy Cheruiyot, sin sombra
La que ni sombra tuvo fue la keniana Lucy Cheruiyot, quien dominó de principio a fin para establecer récord del certamen con 2:27.22, que le dejó un premio de un millón 100 mil pesos. Además de ganar, mejoró por más de seis minutos la marca de su compatriota Vivian Kiplagat impuesta en 2019.
La etíope Amare Shewarge, ganadora en 2012, 2014 y 2015, fue segunda con 2:37:03 horas, seguida de la keniana Leah Jebiwot, 2:40.34. Argentina Valdepeñas cronometró 2:44.08 y fue la mexicana mejor ubicada, con un quin-to puesto.
En la categoría de silla de rue-das las victorias fueron para la mexicana Ivonne Reyes (2:10.42) y el colombiano Francisco San Clemente con récord (1:34.00), mientras en invidentes y débiles visuales ganaron María de los Ángeles Herrera (3:38.43) y Alejandro Pacheco (2:54.53).