De acuerdo con los escritores Shira Geffen y Etgar Keret, en la visión de vida de los niños se refleja cierto adoctrinamiento de sus padres y de la sociedad en la que viven. Sin embargo, los más pequeños conservan un singular punto de observación, pues, si la vida es como conducir un automóvil, ser niño es ir afuera del auto, desde donde se pueden ver los rayones en el coche o la popó de una paloma en el techo; se dan cuenta de todo eso, y eso mismo los dota de la capacidad de criticar desde la pureza y la honestidad, proponiendo opciones diferentes a la de sus padres, pues en el momento en que uno se mete al auto, la realidad no se podrá apreciar igual.
Literatura de Israel: escribir para niños fue el título de del conversatorio en el que participaron Geffen y Keret, quienes fueron entrevistados por el periodista José Gordon en el marco de actividades de la 35 edición de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
Durante la charla, Geffen y Keret hablaron sobre su experiencia de escribir para niños, antes, durante y después del nacimiento de su hijo, así como de los trabajos que han realizado como pareja, y la sensibilidad que cada uno aporta, como en Noche sin Luna, escrito por ambos. “Una literatura que sería imposible hacer por separado”.
Se refirieron a la tendencia de “idealizar la vida en la niñez”, y de no reconocer que los niños están “en una posición muy compleja”, respecto de los adultos, pues los apabullan muchas emociones.
“En la niñez hay algo que impulsa y sobrepasa, que no es ni bueno ni malo; es como traer la música a todo volumen”, comentó Keret. “Los niños tienen una visión crítica que debe ser tomada en cuenta”, añadió.
Para el autor, hacer literatura infantil no implica una diferencia fundamental, pues “considero que un diálogo con una persona inteligente es el mismo, aunque tenga sólo cinco años. No creo que sea necesario usar un tono determinado para comunicarte con los chicos, pues cuando yo lo era me disgustaba que cuando los adultos me hablaban con un tono distinto al que se dirigen con los adultos, como si fuera tonto”.
Shira Geffen dijo al escribir para niños “lo hago acerca de mí. Es un puente hacia mí, me hace volver a la niña que llevo dentro, al escribir puedo acercarme a ella y entenderla”.
En México hay dos libros de Geffen traducidos al español, Buenas noches y La hoja dorada. En tanto de Keret, Romper el cerdito y Papá escapó del circo, títulos que fueron comentados en la charla con el periodista José Gordon, “historias que van más allá del dulce estereotipo de lo que es un niño”, refirió.
Con información del corresponsal Juan Carlos G. Partida