El crédito que otorga la banca comercial para que las personas adquieran un hogar se desaceleró en el tercer trimestre del año, pero prevalece como el único segmento de financiamiento que crece mes con mes desde que inició la pandemia de Covid-19, reveló BBVA México.
De acuerdo con el informe Situación de la banca, correspondiente al segundo semestre del año, en septiembre de 2021 el crecimiento anual real de los saldos vigentes de crédito a la vivienda fue de 3.3 por ciento y continuó como la única cartera de crédito al sector privado con variación anual que se mantiene en terreno positivo.
“Sin embargo, este dinamismo ha ido perdiendo impulso, como lo muestra la variación mensual real observada que se redujo de un promedio de 0.4 por ciento entre enero y septiembre de 2020 a 0.2 por ciento en el mismo periodo de 2021. Esta pérdida de dinamismo se reflejó en una reducción de la tasa anual real promedio, de 5.9 por ciento en el tercer trimestre del año pasado a 3.5 por ciento hasta el tercer trimestre de 2021”, refirió.
De acuerdo con la información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el saldo vigente de los financiamientos hipotecarios, hasta septiembre alcanzó un monto de un billón 28 mil millones de pesos, cifra que supera todos los préstamos que otorga la banca en el segmento de consumo (tarjetas de crédito, préstamos personales, etcétera); sin embargo, el crecimiento mensual del portafolio es de 0.5 por ciento.
Según BBVA, el desempeño positivo de esta cartera podría estar asociado a que los hogares con mayores niveles de ingresos se vieron menos afectados por el desempleo y debido a que las tasas de interés se mantuvieron en niveles relativamente bajos y los bienes raíces pueden considerarse una alternativa de inversión menos riesgosa que otros activos y pudieron haber amortiguado el efecto negativo de la pandemia sobre la actividad económica y el empleo.
“Sin embargo, no puede descartarse que paulatinamente, el menor crecimiento del empleo formal que empezó a observarse desde principios de 2019 se empiece a reflejar en el desempeño de esta cartera de crédito, pues la afecta con rezago”, precisó el banco.
Adicionalmente, expuso BBVA, la expectativa de un incremento en las tasas de interés del Banco de México debido a las presiones inflacionarias podrían afectar al alza las tasas de interés a largo plazo “encareciendo este tipo de financiamiento y reduciendo el atractivo de la inversión inmobiliaria”.