“¿Cómo se imaginan a Antígona?” Unas dijeron que morena, otras que rubia, pero todas coincidieron en que debió ser alta, de larga cabellera y, sobre todo, muy fuerte.
La pregunta llegó desde el ámbito académico y las respuestas fueron de mujeres presas en el reclusorio de Santa Martha Acatitla. Todo, recogido en un cortometraje realizado por el colectivo Mujeres en Espiral y presentado en el contexto del #25N, en colaboración con el Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM (CIEG).
El cortometraje se titula Cihuatlán: Antígonas de Santa Martha, y muestra un proceso de encuentro entre académicas, estudiantes y mujeres internas en Santa Martha Acatitla.
Un proceso tan largo que fue interrumpido por el terremoto de 2017 y combina escenas grabadas en la cárcel y en espacios académicos.
La obra refleja los 13 años de trabajo que el colectivo Mujeres en Espiral ha realizado con mujeres privadas de la libertad. Durante ese periodo, ha desarrollado “un sinnúmero de productos artísticos, jurídicos y pedagógicos”, según explicó Nictexa Ytza, integrante del colectivo.
La pieza fílmica, dicen sus autoras, es “un grito y un llamado a la presencia, al reconocimiento y a la dignidad”.
Mujeres en Espiral usó la figura de Antígona, símbolo tanto del amor filial y fraternal como de la rebelión frente a la injusticia, para desarrollar un proceso de diálogo y creación con las mujeres presas.
Hablan así las mujeres presas: “Vengo invitada por la UNAM como especialista en vivir entre escombros… llevo nueve años encerrada”; “soy Antígona Soto”; “soy Antígona Chávez”; “soy simplemente Edith, Antígona rebelde, una mujer que desafía a la autoridad”; “fui juzgada sin ser escuchada”; “al llegar aquí yo también perdí todo, mi casa, mi familia, mis padres, mis pertenencias, a pesar de ello, sobreviví en este encierro”.
Se muestran también escenas detrás de cámaras, es decir, las preocupaciones de las realizadoras durante la producción. En una escena, María Belausteguigoitia, directora del CIEG UNAM, dice: “Si esto es un making-of está chido, porque es un making-of de cómo la universidad trabaja en espacios imprevistos, imposibles como la cárcel y cómo se convierte en universidad pública al hacerlo”.