Victoria Rodríguez Ceja será la primera gobernadora del Banco de México, si así lo determina el Senado de la República. Esto es ya trascendental, pero, además, está en posibilidad de demostrar la utilidad de su experiencia en una institución que es clave para la estabilidad del país.
Si bien existe controversia alrededor de si cuenta con la experiencia adecuada en materia monetaria, es evidente que la tiene y en el complicado ejercicio del gasto público.
Hay una alta cuota de arrogancia de quienes señalan que no es conocida y que esto puede producir inquietudes en los mercados.
Ante ello, hay que distinguir los factores políticos que pueden generar nerviosismo y los problemas de la economía a nivel internacional. Lo primero se solucionará una vez que en el Senado se procese el nombramiento y lo segundo es una tarea de la mayor importancia para el propio banco central.
Rodríguez Ceja siempre se ha mantenido con un perfil discreto en los cargos que ha ocupado, y acaso por ello logró transitar con eficacia en la complicada administración de la Ciudad de México, donde tuvo jefes tan distintos como el propio Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard, Alejandro Encinas y Miguel Ángel Mancera.
¿Cómo hizo esto posible? Por su institucionalidad y cuidado de los recursos públicos. Rodríguez Ceja siempre realizó su trabajo con minuciosidad y estableció una dinámica, junto a los secretarios de Finanzas, que evitó contratiempos en el área en la que ella tenía atribuciones.
Si se hace un recuento de su paso por el Gobierno de la Ciudad de México, lo que se encontrará es el compromiso, la honestidad y la visión de una funcionaria que ayudó al manejo financiero sano y adecuado para la dinámica social de la capital del país.
Una de sus características es que defiende sus planteamientos con decisión, con argumentos y desde una perspectiva de la normatividad, pero sin renunciar al realismo ni al pragmatismo que se requiere en el gobierno. Para nada es una servidora pública que reciba órdenes y las lleve a cabo sin más, ya que, por el contrario, suele estudiar las aristas, los riesgos y oportunidades que hay en cada proyecto.
Su papel en la Subsecretaría de Egresos en Hacienda no ha tenido reproche, y cuenta con una imagen destacada entres los representantes de la comunidad de finanzas con los que ha debido tratar.
Por lo demás, resulta meritorio que se haya mantenido en el cargo, a pesar del paso de tres secretarios de Hacienda, Carlos Urzúa, Arturo Herrera y ahora Rogelio Ramírez de la O.
Es más, el propio presidente López Obrador señaló que, en buena medida, la estabilidad financiera tiene que ver con el desempeño de la todavía subsecretaria de Egresos y que por ello la propuso ante los parlamentarios.
Se van a equivocar quienes piensan que Rodríguez Ceja llegará al Banco de México a imponer rutas contrarias a las que marca la historia de esa institución. Será un apoyo nada despreciable para enfrentar las tormentas inflacionarias que ya se dibujan en el horizonte. El panorama no es nada halagüeño. La inflación se encuentra en los rangos más altos de los 20 años recientes y hay riesgos latentes para le economía, debido a diversos factores.
La Junta de Gobierno tiene una alineación interesante en la que convergen Galia Borja, Irene Espinosa, Jonathan Heath y Gerardo Esquivel, completada por el actual gobernador Alejandro Díaz de León, quien termina su periodo en diciembre.
El jefe del Ejecutivo López Obrador ha tenido sumo cuidado en las propuestas que ha realizado para el Banco de México. Optó por perfiles que han mostrado congruencia, independencia e inteligencia. Con Rodríguez Ceja no tiene que ser distinto.
La autonomía del Banco de México no está en riesgo. Las asechanzas, en todo caso, están en otras zonas de las políticas públicas, donde las decisiones de gobierno no siempre son las adecuadas e inclusive generan problemas donde no los había.
Twitter: @jandradej
* Periodista