La organización civil Juconi AC y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) lanzaron ayer una campaña para dar a conocer su programa de familias de acogida temporal para niños, niñas y adolescentes refugiados y solicitantes de asilo, mediante el cual busca darle protección a los menores que lo necesitan.
En conferencia de prensa, Isabel Crowley, directora de Juconi, explicó que desde 2018 la organización ha puesto en marcha este esquema, que consiste en encontrar a familias que estén dispuestas a recibir de forma temporal –entre seis y 24 meses– a pequeños que se encuentran en el país en calidad de refugiados o que solicitaron esa condición.
En colaboración con el Sistema Integral DIF, explicó, los creadores de este programa capacitan y certifican a las familias interesadas en brindar ayuda a los menores y luego de pasar una serie de pruebas y trámites que duran entre 3 y 6 meses, se les entrega la custodia de la niña, niño o adolescente que está separado de su familia biológica por el momento, tomando en cuenta las necesidades y carencias específicas de cada menor.
De acuerdo con la activista, la meta final de Juconi es lograr la incorporación de al menos 110 familias a finales de 2022. En el marco del programa, dijo, el Estado le otorga a la familia de acogida una cantidad “muy modesta” de recursos económicos para contribuir con la manutención de los infantes, pero dicha labor corre fundamentalmente a cargo de los voluntarios.
Crowley indicó que no hay limitaciones para las parejas integradas por dos personas del mismo sexo, siempre y cuando cumplan con los mismos requisitos y cursos que se le solicitan a todos los núcleos familiares interesados.
La especialista resaltó que para las y los menores es mucho más gratificante permanecer con una familia de acogida temporal que en una casa-hogar u otro tipo de albergues, pues aunque sus condiciones en estos sitios no sean malas, por cada mes que permanecen sin atención personal y una atmósfera más cercana, su desarrollo puede tener un retroceso de dos o tres meses.
Oliver Castañeda, procurador federal de protección a la niñez del Sistema DIF Nacional, subrayó que las autoridades le dan seguimiento y supervisión a los pequeños que quedan bajo custodia de las familias participantes en el programa, las cuales son certificadas y valoradas de manera cuidadosa para asegurarse de que sean las “idóneas” en cada caso.
El funcionario explicó que en el proceso de certificación, la familia interesada debe registrarse ante el DIF, después tomar una serie de cursos y capacitaciones, tras los cuales reciben un certificado oficial como núcleo de acogida adecuado, que se renueva de forma periódica.