Irapuato, Gto., En 30 años fueron concesionadas 120 millones de hectáreas para explotación minera, la mayoría se usó para la especulación en el mercado financiero. Ahora, el gobierno federal no ha entregado ni entregará un solo permiso de ese tipo, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En Guanajuato, durante la conferencia de prensa organizada en la zona militar de Irapuato, se le cuestionó sobre el proyecto de una minera canadiense en la comunidad Cerro del Gallo, en Dolores Hidalgo, y la respuesta del mandatario fue seca, acompañada de la referencia a lo que en la etapa neoliberal sucedió:
“Muchos pequeños propietarios, ejidatarios, comuneros, ni siquiera sabían, incluso pobladores, de que lo que estaba debajo de sus tierras ya había sido concesionado. Fue una fiebre de entrega de concesiones; al final de cuentas, la mayor parte de éstas se utilizaron para la especulación financiera.
“Lo que se le puede decir a la gente que defiende este territorio es: no vamos a dar la concesión, que no se va a permitir que se explote esa mina destruyendo el territorio, que ya son otros tiempos.”
El Presidente agregó, “se está buscando que no haya abusos, que no se afecte a los trabajadores; ahora se tienen que pagar impuestos. (Carlos) Salinas privatiza todo el sector minero, y no sólo eso, les concede el que no pagaran impuestos por la extracción de minerales”.
El mandatario se comprometió a hacer una revisión, “de la situación de las concesiones mineras y del trato a los trabajadores, si se cumple con las condiciones laborales y hay prestaciones de conformidad con la ley.
“Ya hay una política definida muy clara: no van a haber nuevas concesiones para la explotación minera, por lo que expuse. Ya se entregaron muchísimas, no acabarían, mientras exista el mundo, de explotar todo lo que se concesionó durante el periodo neoliberal, 60 por ciento del territorio nacional, y realmente lo que están explotando es muy poco.
“Esta política de entregar concesiones porque va a llegar inversión extranjera es falsa, es para engañar, son muy pocas las minas que están siendo explotadas. En ese caso se respetan las concesiones; incluso, aunque no las vayan a explotar se respeta la concesión, nada más que no se da permiso porque ya hay suficientes minas. Hacían lo que querían las mineras, y las empresas extranjeras veían a México como tierra de conquista”, indicó.
(Con información de Fabiola Martínez)