Ciudad de México. El actual modelo de “energías verdes” que impulsan gobiernos y corporaciones intensifica la extracción de metales y minerales en territorios biodiversos y frágiles. El Banco Mundial estima que en los próximos 30 años será necesario extraer 3 mil millones de toneladas de esos materiales para la transición energética mundial, indica un reporte realizado por Mining Watch Canadá y Atlas de Justicia Ambiental.
De mantenerse los escenarios de demanda proyectados, “el mundo se enfrenta a un modelo de extractivismo minero sin precedentes con impactos ambientales, sociales, económicos y culturales alarmantes”, indica el Mapeo de resistencias frente a los impactos y discursos de la minería para la transición energética en las Américas realizado por esas organizaciones.
Los materiales clave son litio, cobre, grafito, cobalto, níquel y tierras raras que se requieren en cantidades significativas para la fabricación de tecnologías eólicas, solares y las redes eléctricas, así como vehículos eléctricos y las baterías necesarias para descarbonizar el sector del transporte. Tan sólo un auto eléctrico requiere seis veces más metales y minerales que uno convencional, indica el reporte.
La extracción de estos materiales para la transición energética implica la destrucción de territorios, ecosistemas, cuerpos de agua y modos de vida, afectan “ecosistemas clave para la regulación climática regional y global. Esta destrucción es invisibilizada a la hora de promocionar, por ejemplo, infraestructuras de energía renovable o la electromovilidad en el mundo”, apunta.
En América se encuentran las tres cuartas partes de las reservas mundiales de litio. Bolivia, Argentina y Chile poseen 58 por ciento de las reservas estimadas, a los cuales se suma México, Perú, Estados Unidos y Canadá, apunta. “Los promotores de la minería posicionan a la industria como un actor clave en la lucha contra la crisis climática”, refiere al presentar un mapa de 25 casos de la región.
Los casos estudiados son de Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Panamá, Estados Unidos, Canadá y México. Aquí se halla el proyecto Sonora Lithium de las empresas Bacanora Lithium de Reino Unido y Ganfeng Lithium de China que están en construcción y serán a tajo abierto, generarán 131 millones de toneladas de residuos durante los 20 años de producción.
La propuesta de “transición energética gubernamental y corporativa representa más bien una transición de mercado que crea procesos especulativos, diversificando nichos y movimientos de capitales”, agrega.