La educación superior debe brindar un futuro para todos, ser más inclusiva, promover el bienestar social y el pensamiento crítico, señala el informe Caminos hacia 2050 y más allá. Resultados de una consulta pública sobre los futuros de la educación superior, coordinada por el Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (Iesalc) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En la presentación mundial de los resultados de la encuesta, en la que participaron mil 199 personas de 97 países, en su mayoría profesores y estudiantes universitarios, expertos en el campo educativo destacaron que “es evidente la necesidad de un cambio de paradigma en la educación universitaria, pues las mayores preocupaciones de los encuestados se orientan a temas de calidad de vida, salud, desigualdades sociales, problemas ambientales y el uso deficiente o desigual de la tecnología.
En contraste, destacaron, 30 por ciento de los encuestados cree que la educación superior debe ayudar a promover el bienestar social; 26 por ciento, a generar procesos de paz, y otro 20 por ciento considera que la formación universitaria debe ayudar a promover la justicia social.
En conferencia virtual, Andrew Augustine, presidente del consejo de gobierno de Unesco-Iesalc, destacó que los años recientes “han estado marcados por fenómenos como el crecimiento de proveedores privados y la privatización de la educación superior financiada con fondos públicos, así como el desarrollo de sistemas de acreditación, y mayor acceso y cambios en la forma en que se financia la educación superior, lo que impone nuevos retos”.
La encuesta concluye con seis llamados a la acción: defender el derecho a la educación, eliminar las barreras que limitan la participación, abrir el acceso al conocimiento, empoderar a las nuevas generaciones, promover que la educación superior sea más relevante y convertir a los jóvenes en pensadores del futuro.