Calais. Francia y Reino Unido intercambiaron ayer acusaciones, después de que 27 personas murieron al intentar cruzar el Canal de la Mancha en un bote inflable, en el peor accidente de este tipo registrado en la vía marítima que separa a los dos países.
En un momento de tensas relaciones por el Brexit y la migración, gran parte de la atención se centró en quién debería asumir la responsabilidad, incluso a pesar de que ambas partes se hayan comprometido a trabajar juntas para encontrar soluciones.
Las autoridades británicas critican a Francia por rechazar su oferta de que tanto policías como agentes fronterizos realicen patrullajes conjuntos a lo largo de la costa del Canal con las autoridades francesas. París afirma que Londres alimenta la crisis porque es demasiado fácil para los migrantes quedarse en el país y trabajar si logran pasar.
“Hay una mala gestión de la migración (en Reino Unido)”, acusó el ministro francés del Interior, Gerald Darmanin, al tiempo que el presidente Emmanuel Macron pidió a los países vecinos europeos mayores esfuerzos para detener la migración hacia Francia.
Macron añadió que cuando los migrantes arriban a la costa de Francia con la esperanza de cruzar a Gran Bretaña “es demasiado tarde”, y agregó que drones del ejército francés se han sumado al patrullaje de la costa norte para ayudar a rescatar a indocumentados en el mar.
El mandatario francés señaló que los muertos en el naufragio fueron “víctimas del peor de los sistemas: el de los contrabandistas y traficantes de seres humanos”.
Boris Johnson, premier británico, culpó a Francia, al señalar: “hemos tenido dificultades para persuadir a algunos de nuestros socios, en particular a los franceses, de hacer las cosas de una manera que creemos que la situación merece”.
Después, Johnson propuso a Macron “implementar un acuerdo bilateral de readmisión para posibilitar el regreso de todos los indocumentados que crucen la Mancha”, indicó en una carta publicada en Twitter.
Al recordar que “la UE ha logrado acuerdos de readmisión con países como Bielorrusia y la Federación de Rusia”, Johnson mencionó que “espera que un acuerdo de ese tipo pueda alcanzarse con Reino Unido en breve”.
Según Johnson, está claro que las operaciones para impedir que las embarcaciones de los migrantes zarpen de las costas francesas “han sido insuficientes”, a pesar de que el gobierno británico ofreció millones de libras para financiar las patrullas policiales en las playas francesas.
Pero el legislador Pierre-Henri Dumont, de Calais, declaró a la BBC que el hecho de que haya más patrullas “no cambiará nada porque tenemos de 200 a 300 kilómetros de costa para vigilar las 24 horas del día”.
“Creo que es hora de que nuestros gobiernos dejen de echarse la culpa y que intenten hablar en busca de soluciones verdaderas, no de salidas disparatadas como la de tener más y más gente patrullando y enviar al ejército británico a la costa francesa”, manifestó Dumont.
La procuraduría francesa, que investiga el naufragio, detalló que entre los muertos hay 17 hombres, siete mujeres, algunas embarazadas, dos niños y una adolescente. Los magistrados estudian posibles cargos de homicidio, lesiones no intencionales, ayudar a la migración sin documentos y asociación criminal, informó la Procuraduría.
Cinco presuntos traficantes de personas fueron detenidos.
Este es el naufragio más mortífero desde la aceleración de los cruces por el Canal de la Mancha a partir de 2018 debido al control más estricto del puerto francés de Calais y del túnel ferroviario submarino, usados hasta entonces por migrantes que trataban de llegar a Inglaterra.
Mientras, voluntarios de rescate y grupos de derechos humanos expresaron que era previsible esta tragedia, ya que los traficantes y los migrantes corren cada vez más riesgos para esquivar una creciente presencia policial.
“Acusar sólo a los contrabandistas es ocultar la responsabilidad de las autoridades francesas y británicas”, denunció la ONG Auberge de Migrants.
“Es una tragedia que temíamos, que se esperaba; habíamos dado la alarma”, recordó Bernard Barron, jefe en la región de Calais de SNSM, grupo de voluntarios que rescata a personas en el mar. “Los contrabandistas son cada vez más imprudentes, criminales, lanzan al mar a pobres inocentes que quieren llegar a Inglaterra a toda costa sin conocer el mar”.
Por lo pronto, los indocumentados siguen desafiando el frío para completar su travesía por el Canal de la Mancha y también se arriesgan en el Mediterráneo. La Guardia Costera de Italia rescató a cerca de 300 frente a las costas de Lampedusa en una operación “compleja” debido a que algunos ya estaban en el mar cuando llegaron las unidades de rescate.