La actividad económica de México sufrió una contracción mayor a lo esperado en el tercer trimestre del año, reveló el reporte sobre la revisión del producto interno bruto (PIB) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El Inegi revisó a la baja sus estimaciones oportunas, ya que la economía mexicana cayó dos décimas más de lo previsto trimestralmente durante el periodo julio-septiembre.
La variación trimestral del PIB de México pasó de una caída de 0.2 por ciento –informada el 29 de octubre, cuando fue dada a conocer la estimación preliminar– a un retroceso de 0.4 por ciento con cifras ajustadas por estacionalidad.
La contracción observada en el periodo julio-septiembre es la primera después de cuatro trimestres consecutivos de recuperación, de acuerdo con datos del Inegi. Con este retroceso, el PIB del tercer trimestre de este año alcanzó un nivel similar al de cinco años antes, de acuerdo con Julio Santaella, presidente del organismo.
La variación del tercer trimestre de este año estuvo relacionada principalmente con la desaceleración del sector industrial, al pasar de un crecimiento de 0.7 por ciento en la estimación oportuna, a 0.3 por ciento; y a una mayor contracción del sector servicios y comercio en el tercer trimestre respecto del periodo previo, de una caída de 0.6 a 0.9 por ciento.
Luego de cuatro trimestres consecutivos de recuperación, después de la contracción por la pandemia en el segundo trimestre de 2020, el PIB de México registró su primera disminución en el tercer trimestre del año, el cual tuvo una afectación por la presencia de la tercera ola de Covid- 19 y las afectaciones de la variante delta, por lo que se intensificaron a escala mundial los cuellos de botella en las cadenas productivas; se regresó a un confinamiento, aunque más moderado; así como el registro de presiones inflacionarias.
Analistas económicos esperaban una revisión a la baja del dato oportuno del PIB del tercer trimestre, pero este resultó ligeramente mayor al que pronosticaron.
Por su parte, la actividad económica del país registró un crecimiento anual de 4.7 por ciento en el tercer trimestre, ligeramente inferior al estimado oportuno del Inegi de 4.8 por ciento.
Los sectores que empujaron a la baja el crecimiento de la economía fueron los servicios de apoyo a los negocios, con una caída de 48.1 por ciento anual con cifras originales; luz, agua y gas, con una contracción de 1.6 por ciento; servicios financieros cayeron 1.4 por ciento y educativos, 0.1 por ciento.
“A futuro, a pesar de un menor riesgo relacionado al Covid, los servicios podrían mantener una recuperación apenas modesta, en tanto la industria continuará presionada por las disrupciones en las cadenas productivas. El comportamiento reciente de la inflación y la persistente incertidumbre representan los principales riesgos a la baja en el consumo y la inversión, esta última todavía con un grado marcado de debilidad. De esta forma, la recuperación en la economía durante el último trimestre de 2021 podría presentar un ritmo apenas moderado”, prevé Eduardo Suárez, vicepresidente de análisis económicos para América Latina de Scotiabank.
El Inegi también reportó que el Indicador Global de la Actividad Económica, un referente mensual del crecimiento económico del país, registró una disminución mensual de 0.4 por ciento en septiembre, su segunda baja mensual consecutiva y la sexta en nueve meses; “con ello, se mostró una franca tendencia decreciente en el año”, precisó Julio Santaella.