Tres años pasaron para que José Antonio Uribe reaparezca en un maratón y lo hará el domingo en la Ciudad de México con la plena confianza de conseguir un buen resultado tras el décimo lugar que tuvo en 2018, luego de superar lesiones y aguardar pacientemente la competencia cancelada en 2020 por la pandemia.
El mexiquense sólo tiene en su mente “creer en mí y de que puedo dar más”, como se lo ha venido repitiendo desde hace dos meses y medio a su nuevo entrenador Dionicio Cerón, ganador del maratón capitalino en 1993, y de otras latitudes que lo colocaron en su época en la élite mundial.
Buscará finalizar entre los punteros
“La preparación ha sido buena y quiero tener un buen resultado (el domingo), que sería quedar entre los tres primeros. Es el objetivo que me puse y voy a salir a dar todo”, dice el atleta de 35 años de edad.
Uribe Marino está dedicado de tiempo completo al atletismo. Antes lo entrenaba la polaca Wanda Panfil y ahora se puso a las órdenes de Cerón.
“Dionicio me ha transmitido seguridad y los planes con él son correr un maratón fuera de México entre 2:07 y 2:06, porque tengo la capacidad. Sufrí lesiones y ahora estoy de vuelta”, expresa José Antonio, ganador de un tercer lugar en Houston en 2014 con un tiempo de 2:08.55, la octava mejor marca del país.
En 2018, el maratonista se presentó de nuevo en Houston. Esa vez finalizó cuarto y un crono de 2:14.45, y después corrió el de la Ciudad de México, donde terminó décimo en 2:24.01.
“Esperemos que muy pronto se den mejores resultados, es cosa de trabajar y tener la confianza en lo que uno está haciendo. Los apoyos (económicos), cuando uno está arriba llegan, y si no cumples te los quitan de tajo.
Apoyo familiar
“Tengo el apoyo de mi familia, entrenador, y es suficiente. Lo demás viene solo. No hay que pensar en el dinero, pero si los resultados se dan cualquier premio es gratificante”, concluye el maratonista de Chiconcuac.