Ciudad de México. La pobreza laboral –es decir, el porcentaje de la población con ingresos inferiores al valor de la canasta básica alimentaria– bajó de 46 a 40.7 por ciento entre el tercer trimestre de 2020 y ese mismo periodo de 2021, en el contexto de un proceso de recuperación económica que, sin embargo, no ha llegado a los niveles que existían antes de la pandemia de Covid-19.
Así lo indicó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el cual advirtió que, a pesar de las recientes señales de mejoría, este proceso se desaceleró entre el segundo y el tercer trimestres de 2021, como lo demuestra el hecho de que la pobreza laboral incluso aumentó 0.9 por ciento.
En un largo documento de análisis, el organismo indicó que, además de la mencionada baja en el índice anual de precariedad, hay otras señales de recuperación luego del cierre de actividades al que obligó la emergencia sanitaria por el Covid.
Una de ellas es que el ingreso laboral real per cápita presentó un aumento de 12.5 por ciento, al pasar de 2 mil 460.50 pesos a 2 mil 769.23. De igual forma, la masa salarial real se incrementó 13.5 por ciento, pues subió de 279 mil 373 millones de pesos a 317 mil 119 millones en este periodo.
Pese a dicho repunte, el informe del Coneval enfatizó que el nivel de diversos indicadores económicos “aún es inferior al que existía al inicio de la contingencia sanitaria”, y que la tendencia al alza se detuvo en estos meses, lo que llevó a un alza de 0.9 por ciento en los índices de pobreza laboral en México, al pasar de 39.9 por ciento en el segundo trimestre del año a su actual marca de 40.7 por ciento.
Entre los factores que explican este incremento de la precariedad laboral de un trimestre al otro, de acuerdo con el estudio del consejo, se cuenta el aumento de las Líneas de Pobreza Extrema por Ingreso, que fue superior al alza del ingreso real per cápita, el cual fue de 0.8 por ciento.
“En específico, en los ámbitos rural y urbano las Líneas de Pobreza Extrema por Ingresos presentaron incrementos superiores a la inflación promedio del tercer trimestre del año pasado (1.3 por ciento) de 3.1 por ciento y 2.9 por ciento, respectivamente.
De igual forma, el Coneval advirtió que entre el segundo y tercer trimestre de 2021 “se observó una disminución real del ingreso laboral por persona en los hogares de los primeros tres quintiles de ingresos. Estas disminuciones se concentran en el primer y segundo quintil, es decir, en 20 por ciento y 40 por ciento de la población de menor ingreso”.