Ciudad de México. La eliminación de la violencia contra las mujeres, las adolescentes y las niñas “no puede esperar más. No podremos recuperarnos de la crisis generada por Covid-19, ni construir sociedades igualitarias, si más de la mitad de la humanidad sigue sufriendo las devastadoras consecuencias de otra pandemia: la de la violencia contra ellas”, afirmó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en México.
GALERÍA: Miles alzan la voz en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Hizo un llamado urgente “para que todos los sectores alcemos la voz y emprendamos acciones sin precedentes para poner fin a todas las formas de violencia contra mujeres, adolescentes y niñas. Asumamos en conjunto esta responsabilidad desde los organismos internacionales, las instituciones del Estado, la sociedad civil, los centros educativos, el sector privado, los medios de comunicación, y ¡Hagámoslo Ya!”.
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y la Niña, que se conmemora hoy, destacó que este flagelo “es una de las violaciones a los derechos humanos más graves, extendidas, arraigadas y toleradas en el mundo. Se manifiesta de múltiples formas y en diversos ámbitos –públicos, privados e incluye los espacios digitales- y trasciende todas las fronteras”.
Refirió que a nivel mundial, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia en algún momento de su vida, y en el país, dos de cada tres.
Indicó que en situaciones de crisis, “estas cifras aumentan. Como hemos visto durante la pandemia por Covid-19, en algunos países el número de llamadas a las líneas telefónicas de asistencia se quintuplicó como consecuencia del incremento de la violencia por parte de su pareja, y México no fue la excepción: según datos oficiales, tan solo en el primer mes de decretarse la emergencia sanitaria, el 911 recibió aproximadamente 155 llamadas por hora debido a situaciones de violencia contra las mujeres, representando un aumento de 22.3 por ciento respecto a febrero de 2020.
Insistió en que la pandemia mundial por la Covid-19 ha impactado “enormemente la vida de las mujeres, las adolescentes y las niñas: ha incrementado los factores de riesgo ante la violencia, ha obstaculizado el ejercicio de sus derechos humanos, así como el acceso a servicios integrales de salud; ha generado la pérdida de millones de empleos e inestabilidad económica; ha evidenciado la crisis global de los cuidados, y ha mostrado el impacto de una emergencia climática acelerada. Esta situación amenaza con borrar décadas de progreso” para ellas.
ONU México señaló que el papel y liderazgo de las organizaciones de sociedad civil y los movimientos de mujeres ha sido fundamental para visibilizar y responder a la violencia contra este sector de la población, especialmente en el contexto de pandemia. Expuso que los esfuerzos que ha emprendido el Estado mexicano en la prevención y eliminación de la violencia son clave, tales como el fortalecimiento de sus marcos normativos, la generación de alianzas interinstitucionales y multisectoriales, el robusto trabajo en materia de datos y estadísticas que den cuenta de la magnitud de la violencia y la creación de una amplia red de centros de justicia para las mujeres.
“No obstante, falta mucho por hacer. La violencia contra las mujeres, adolescentes y niñas debe ser tratada como la emergencia que es: con recursos, leyes y voluntad política”, añadió.
Subrayó que terminar con la violencia implica creer a víctimas y a sobrevivientes; educar en la diversidad y en el respeto, garantizar que las escuelas sean espacios libres de violencia, adoptar soluciones integrales que atiendan las causas estructurales de las desigualdades de género; transformar las normas sociales dañinas, incluyendo las prácticas nocivas de género, que perpetúan la violencia y discriminación, y empoderar a las mujeres, adolescentes y a las niñas, sin dejar a nadie atrás.