Hermosillo, Son., El colectivo Madres Buscadoras de Sonora localizó 18 cuerpos en 14 fosas clandestinas ubicadas en la Costa de Hermosillo, a unos 30 kilómetros de la ciudad capital. Según el reporte, ocho están calcinados y 10 en estado de putrefacción, informó Cecy Patricia Flores Armenta, líder del colectivo que desde el primero de mayo de 2018 busca a su hijo Marco Antonio.
El hallazgo ocurrió alrededor de las 12 horas de ayer, tras una jornada de búsqueda de personas desaparecidas en la zona agrícola de la costa, sobre la calle 20 al sur de Las Carboneras.
Los cuerpos estaban cubiertos con cal para evitar los olores fétidos, otros portaban prendas de vestir aún completas, uno con un uniforme similar al que usan los trabajadores de Teléfonos de México (Telmex), además de una llave de vehículo de marca Chrysler.
En un grupo de WhatsApp, Flores Armenta señaló que aun cuando llevan tres años “peinando” el estado de Sonora es difícil encontrarse con “cementerios clandestinos”.
Hizo un llamado a las miles de familias sonorenses que buscan a un ser querido víctima de desaparición forzada a que acudan al Laboratorio Científico de la Fiscalía de Sonora para realizarse una prueba genética y acelerar la identificación de los cuerpos.
“Para nosotros es lo más doloroso, escarbar y encontrar que la varilla no entra más porque hay huesos después de la tierra, pero ver que hay más y más es desgarrador. No hay descanso para nosotros, no hay nada más importante que el juramento que le hacemos a nuestros hijos por encontrarlos donde quiera que estén, como estén, si de nosotros salieron, de nosotros son”, expuso Cecy Flores en entrevista para La Jornada.
Las fosas se ubican en la carretera 20 sur final, en un camino de terracería hacia el oriente, en el poblado Miguel Alemán, donde las buscadoras estuvieron acompañadas por elementos de la policía estatal, Guardia Nacional y personal de la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Sonora.
La Fiscalía General de Justicia del Estado informó que sus peritos en criminalística ya trabajan en el procesamiento pericial, con los protocolos establecidos por parte de un arqueólogo forense, quien está coordinando la recuperación de las piezas óseas e indicios, a fin de determinar el número exacto de cuerpos de este hallazgo y luego realizar las comparativas genéticas de identificación.
En esta entidad, los colectivos de rastreadoras se dividen en 11 de los municipios con mayor índice delictivo, dos de las líderes ya encontraron los restos de sus hijos desaparecidos en una tumba clandestina. En octubre de 2020, Nora Lira halló el cuerpo de su hija Fernanda Sañudo Lira en una osamenta en Bácum, al sur de Sonora, y el 25 de noviembre de 2020, Cecilia Delgado localizó a su hijo Jesús Ramón también en una sepultura irregular.