Ciudad de México. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) presentó el Atlas Prospectivo Territorial-Industrial para la atracción de inversiones, con el objetivo que se convierta en una herramienta para la recuperación económica de México tras la pandemia de Covid-19.
El documento ubica cinco corredores industriales en el mismo número de regiones del país a fin de que el capital privado vea posibilidades de inversión en el país.
Energía eólica en la zona Monterrey-Laguna, farmacéutica en Laguna-Culiacán, aeroespacial en Chihuahua, agroindustrial Coatzacoalcos-Palenque y petroquímica en varios puntos de intersección de las cuatro regiones mencionadas, sumadas a parte de Tamaulipas.
En la presentación del proyecto, la subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE, Martha Delgado Peralta, indicó que el Atlas “es un eje central para la promoción económica de México en el exterior”, además que será un importante mecanismo a usar para la reactivación económica del país.
Este instrumento se planificó desde la oficina de Delgado Peralta, en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat) y la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial.
El objetivo fue crear una propuesta de atracción de inversiones que tuviese como sustento a la planificación urbano-regional, para alcanzar “un desarrollo económico sustentable y próspero que reduzca los impactos ambientales negativos y genere mejores condiciones de vida para la población”, de acuerdo con los postulados del documento.
El canciller Marcelo Ebrard Casaubón destacó este innovador proyecto que, dijo, representa una oportunidad para la recuperación socioeconómica en nuestro país y de impulso a las inversiones en estas cinco industrias.
Resaltó que es poco usual que agencias o instituciones multilaterales, sobre todo de la ONU, se asocien a una estrategia para atraer inversiones. Es la primera vez que México tiene un Atlas de este tipo “hemos tenido muchos regionales, por diferentes instituciones, pero siempre de los sectores económicos o de las instituciones financieras”.
El canciller resaltó el hecho de que la ONU plantee en conjunto con los sectores privado y público de México, una estrategia de desarrollo con un aterrizaje regional, lo cual, es la primera vez que se da en México “y seguramente en el caso de muchos otros países”, lo cual cobra mayor relevancia, porque, el objetivo no es sólo maximizar utilidades o ampliar la tasa de crecimiento económico.
Este Atlas, abundó, está pensado para que haya crecimiento económico, para que se tenga innovación y para que las sociedades sean mejores, lo cual se convierte en un reto todavía más complejo y se traduce en una propuesta geográfica con muchas iniciativas, con muchas consideraciones.
Enfatizó que el documento tiene mucha información y se propone objetivos también más ambiciosos no nada más es crecer, o que solo haya inversión y crecimiento, pero junto con la Secretaría de Economía, se buscará ir a tocar las puertas y para ello se cuenta con las y los embajadores y cónsules y “toda la infraestructura de México en el exterior” y recordó que la reunión anual de los representantes de México en el exterior es en enero próximo.
Asimismo, señaló que el trabajo se podrá modificar en el tiempo, acondicionarlo e irlo ampliando porque, ejemplificó, va avanzando el Tren Maya, o va avanzando el Corredor en el Istmo “hoy es un plan, pero ya están en obras, ya están en construcción; los puertos se están ampliando, la infraestructura está cambiando; igualmente la refinería para petroquímicos en Dos Bocas.
“Este no es un instrumento de hoy para siempre, se va a tener que ir modificando, se va a tener que ir ajustando a la nueva infraestructura, a las nuevas posibilidades, pero sí es un buen punto de partida”, la meta será determinar a quién invitar, una vez que se defina a qué y en dónde.
Anunció además, que no sólo buscarán a las grandes compañías, sino a las empresas más pequeñas y medianas que normalmente es muy difícil que tengan la infraestructura de comunicación y de información, al tiempo que resaltó que ahora las dependencias deberán hacer un mayor esfuerzo para atraer más inversiones “en el éxito llevan la penitencia porque ahora lo van a tener que traducir en inversiones mucho más exigentes que lo que era antes de que conociéramos el Atlas”.