El desarrollo tecnológico y científico nacional es “coprotagonista” en la ciencia de frontera, que ha fructificado con la participación de nueve instituciones en la iniciativa Contribución de México a la Física de Frontera de Altas Energías en la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, Centro Europeo de Investigación Nuclear).
A propósito de los resultados de las colisiones observadas durante los experimentos en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés) y los descubrimientos en la física de partículas elementales, Arturo Fernández Téllez, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y responsable técnico del proyecto, señaló: “La física de altas energías es un área que profundiza en el conocimiento de la materia y de las fuerzas fundamentales que rigen el mundo microscópico”.
Desde hace varios años, explicó, “el Gran Colisionador de Hadrones, que se encuentra en el CERN, empezó a funcionar; los mexicanos que formamos parte del proyecto nos incorporamos al diseño, construcción y puesta en marcha de varios de los detectores para los experimentos AMS, Alice, CMS y NA62, así como a un equipo que trabaja en el desarrollo de aceleradores de partículas”.
Detalló: “En 2018, hubo una pausa para revisar el estatus del funcionamiento tanto del acelerador de partículas como de los detectores; se emprendió un examen completo de los instrumentos y con el apoyo de Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) hicimos una revisión exhaustiva de los detectores y, después de una pausa de dos años y medio, estamos ya, desde principios de este mes, tomando datos con las mejoras, tanto del acelerador como del detector de partículas”.
La intención de realizar varios experimentos, “es aportar tanto al conocimiento de frontera en nuestra área como producir tecnología vía patentes, además de generar recursos humanos y dirigir las tesis de estudiantes –de licenciatura y doctorado– que trabajan en este ambiente internacional, altamente competitivo”, agregó Arturo Fernández Téllez.
Incluso, destacó, “nosotros, como físicos de partículas, hacemos nuestros detectores para realizar observaciones del Gran Colisionador de Hadrones; analizamos los datos que se obtienen y producimos ciencia”.
Se trata de una metodología “que ataca varias de las áreas de la física de partículas, pues estudiamos de forma muy precisa las propiedades del bosón de Higgs, descubierto en 2012; analizamos el plasma de Quark-Gluon, así como mediciones del más alto nivel para procesos raros de decaimientos hadrónicos raros y una serie de tópicos trascendentales en relación con el micromundo”, puntualizó.
Sobre este “ambicioso proyecto de Conacyt”, María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora del organismo, sostuvo: “Hoy se impulsa a la ciencia comprometida con el conocimiento, por encima de todo, y de ahí con la sociedad a la ciencia ejercida con rigor epistemológico, solvencia técnica, con énfasis en la incidencia positiva de la búsqueda de soluciones con enfoque humanístico y ético”.
En el desarrollo de la investigación de frontera “se ha invertido, en estos primeros años, más de 2 mil millones de pesos para apoyar centenares de proyectos, con la finalidad de contribuir al desarrollo tecnológico y fortalecer la soberanía científica y la independencia tecnológica”.