Con una amplia votación, que superó en mucho la mayoría calificada, la académica y jurista Loretta Ortiz Ahlf fue electa por el Senado como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y ayer mismo rindió protesta ante el pleno de esa cámara del Congreso, entre muestras de respaldo de legisladoras y legisladores de todas las fuerzas políticas.
Previamente, desde el pleno, Ortiz Ahlf se comprometió a impulsar desde la Suprema Corte una impartición de justicia cercana a todo el pueblo de México y al servicio de toda la sociedad civil organizada.
“Habrá cero tolerancia a la corrupción, el nepotismo y el influyentismo”, agregó y adquirió también el compromiso de llevar adelante la reforma al Poder Judicial, que permita que cambie la opinión poco favorable de los ciudadanos en jueces, magistrados y ministros.
Aseguró que será una ministra comprometida con la igualdad sustantiva y la eliminación de la brecha de género. “Una ministra con profunda y probada vocación por la defensa, promoción y protección de los derechos humanos, y juzgará conforme a la Constitución y los tratados internacionales, por encima de su ideología y creencias religiosas.
Ortiz Ahlf reunió, en una primera vuelta, 92 votos a favor –por encima de los 74 necesarios para lograr las dos terceras partes requeridas por la Constitución– mientras que Bernardo Bátiz obtuvo ocho votos y la magistrada Verónica de Gyvés, nueve.
Después de que le tomó la protesta de ley, la presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero, expresó, eufórica: “Es un día histórico, hemos elegido a la cuarta mujer ministra de la Suprema Corte”.
Se alegró además de que una mujer con la trayectoria y las facultades de Ortiz Ahlf se integre al máximo tribunal del país.
Senadoras de todas las fuerzas políticas subieron a tribuna para felicitar y tomarse la foto con Ortiz Ahlf.
La nueva ministra, que ocupará la vacante que deja José Fernando Franco, tardó bastante en salir del Senado, porque acudió a saludar personalmente a senadores de Morena, PRI, PAN, PRD y MC que estaban en el recinto.
Al final, accedió a una entrevista colectiva, en la que de nueva cuenta la interrogaron sobre cómo influirá en su labor como ministra su cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Respondió que mantendrá su autonomía, como lo ha hecho siempre. “No tengo asuntos que resolver, ni que se den a despacho alguno, así que voy a desempeñar mi cargo como ministra de la Corte, con plena independencia”.
Antes, al comparecer ante el pleno, el consejero de la Judicatura, Bernardo Bátiz, pidió a los senadores votar a conciencia y señaló que aunque las mayorías se habían ya pronunciado, agradeció a quienes tuvieron la gentileza de escuchar sus planeamientos. La magistrada de Gyvés pidió que votaran por su trayectoria de 26 años en el Poder Judicial.