A menos de una semana para que concluya el proceso de elección del nuevo director general del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), dos candidatos buscan ocupar el cargo: Vidal Llerenas Morales, ex alcalde de Azcapotzalco, y el investigador José Antonio Romero Tellaeche.
El primero ha desarrollado su carrera en la política y en la administración pública desde 1998, pues antes de encabezar la alcaldía fue diputado federal y local, entre otros cargos, mientras el segundo ha sido profesor-investigador de El Colegio de México desde 1988, ex director del Centro de Estudios Económicos (CEE) de esa casa de estudios, miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel III y desde el 2 de agosto se ha hecho cargo de la dirección interina del CIDE.
La convocatoria emitida por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en octubre pasado señala que la toma de posesión del nuevo director general se realizará el 29 de noviembre, tras la sesión extraordinaria del Consejo Directivo del CIDE, luego de concluir el proceso de auscultación interna y externa.
Los aspirantes, quienes debieron ser propuestos por algún miembro de la comunidad del CIDE o por integrantes de su Consejo Directivo o su Comité Externo de Evaluación, tuvieron que acreditar, entre otros requisitos, poseer grado de doctor y “reconocidos méritos y experiencia docente y de investigación debidamente comprobada en una de las áreas de especialidad” de la institución.
También se solicita haber sido miembro del personal académico del centro al menos durante los tres años anteriores al nombramiento o, en su caso, “haber sido miembro activo de una institución académica de enseñanza o investigación superior con amplio reconocimiento”.
En sus propuestas de trabajo para el periodo 2021-2025, ambos aspirantes concuerdan en la necesidad de transformar al CIDE. Sin embargo, Romero Tellaeche enfatiza la necesidad de transformar la “misión, visión y objetivos del CIDE”, los cuales, sostiene en su plan de trabajo, “son hoy de corte neoliberal”, por lo que convoca a repensar los principios de esa casa de estudios y propiciar su apertura a múltiples alternativas de pensamiento.
Por su parte, Llerenas Morales propone, como parte de sus 14 puntos de trabajo, garantizar la “estabilidad inmediata” del CIDE y construir estrategias financieras y de inversión que aseguren su viabilidad a mediano y largo plazos. Si bien busca fortalecer la vinculación del centro con los Programas Nacionales Estratégicos del Conacyt, también aclara que se debe concretar “sin contraponer o anular las libertades esenciales en que se basa la labor académica y docente”.