Caracas. Las elecciones regionales en Venezuela se llevaron a cabo en mejores condiciones que en contiendas anteriores, pero hubo situaciones arbitrarias, señaló ayer la jefa de la misión de observación electoral de la Unión Europea (UE), Isabel Santos.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro declaró que este reporte preliminar de la UE “echa por tierra los intentos por desacreditar” los comicios del domingo, al tiempo que la oficina del portavoz del secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, tomó nota del desarrollo pacífico de los comicios y los esfuerzos del Consejo Nacional Electoral (CNE) por mejorar el proceso.
Por lo pronto, Maduro se reunió con observadores internacionales “que nos acompañaron en estos comicios”.
El Consejo de Expertos Electorales, que participó en calidad de observador, indicó en su informe que el proceso “cumplió con los estándares internacionales y la legislación nacional, sobre todo en áreas de auditorías”, mientras la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad sostuvo que el sistema electoral venezolano “es confiable y garantiza la decisión de cada votante”.
Una misión de la UE supervisó por primera vez en 15 años una jornada de elección en Venezuela, en la cual participó la oposición luego de cuatro años de ausencia, pero sufrió tremenda derrota, al arrasar el oficialismo y ganar 19 de las 23 gubernaturas y 205 de las 335 alcaldías en disputa.
Los partidos opositores se llevaron tres gobiernos estatales, uno sigue en disputa, y 117 alcaldes.
En estos comicios “mejoraron las condiciones electorales en comparación con las tres elecciones nacionales anteriores, pero persisten deficiencias estructurales, como el extendido uso de recursos del Estado en la campaña y el acceso desigual a los medios de comunicación”, explicó Santos al leer puntos del informe preliminar.
Agregó que su informe final será presentado hasta enero o febrero, y que el reporte preliminar fue entregado al CNE del país sudamericano.
La jefa de la misión europea aseveró que las máquinas de votación eran confiables, aunque declinó en repetidas oportunidades decir si la jornada del domingo fue un proceso “libre y justo”, al asegurar que su trabajo sólo era ofrecer datos de lo ocurrido.
La autoridad electoral está más equilibrada políticamente de lo que lo ha estado en 20 años, agregó Santos, pero afirmó que se registraron hechos arbitrarios como inhabilitaciones de candidatos y suspensión a los miembros más reconocidos de los partidos de sus símbolos y tarjetas electorales.
La funcionaria confirmó que una persona fue asesinada mientras esperaba en la fila de su colegio electoral, en el estado de Zulia, en la zona oeste del país, y que un observador y un defensor de los derechos humanos venezolanos resultaron agredidos en Lara.
La misión estuvo integrada por unos mil observadores que se desplegaron en 22 estados.
“Nuestros observadores han sido testigos de puntos de control en los 23 estados y la capital, a pesar de la prohibición explícita del CNE”, agregó Santos.
Los también conocidos como “puntos rojos” han sido utilizados por el oficialismo en los procesos electorales para el control social.
Añadió que la jornada electoral “se vio ensombrecida por importantes retrasos en la apertura y cierre de las mesas y por acusaciones de coacción a los votantes”.
El viceministro de Políticas Antibloqueo William Castillo calificó el informe de “cachetada a la declaración del Departamento de Estado, porque ella (Santos) no ha dicho que aquí hubo fraude o una elección ilegítima”.
El secretario estadunidense de Estado, Antony Blinken, sostuvo antier que en Venezuela no hubo elecciones libres y reiteró su apoyo al líder opositor Juan Guaidó, a quien reconoce como “presidente” de la república bolivariana.
El ex candidato presidencial Henrique Capriles, quien impulsó al sector de la oposición que estaba a favor de participar en los comicios, manifestó que “se requiere un replanteamiento de las fuerzas democráticas”, porque todos los partidos están en crisis.
Aclaró que “el gran derrotado del domingo no fue la oposición, sino el madurismo”, que redujo su caudal a unos 4 millones de votos, tras sumar 8 millones hace casi una década.