Tegucigalpa. La izquierdista Xiomara Castro tiene posibilidades de ganar las elecciones del domingo para convertirse en la primera mujer presidenta de Honduras y poner fin a años de gobierno conservador empañado por la corrupción y los vínculos con el narcotráfico.
Una alianza con el ex candidato rival Salvador Nasralla, un popular presentador de televisión, dio un impulso en las encuestas a Castro, de 62 años.
Castro ha dicho que si vence al candidato del partido gobernante, Nasry Asfura, estudiará la posibilidad de establecer relaciones diplomáticas con China, lo que podría provocar tensiones con Washington.
Pero el presidente estadunidense, Joe Biden, quien considera que la debilidad del estado de derecho en Centroamérica impulsa la cuantiosa migración hacia Estados Unidos, podría aprobar su promesa de solicitar ayuda de la Organización de Naciones Unidas para crear una agencia anticorrupción.
"Vamos a poner fin al sufrimiento del pueblo y vamos a luchar contra la corrupción y el narcotráfico", dijo Castro la semana pasada sobre su intento de hacer historia como primera mujer presidenta en la nación centroamericana, entre las más pobres del continente y una de las principales expulsoras de migrantes que llegan a la frontera con Estados Unidos.
Su marido, el expresidente Manuel Zelaya, fue depuesto en un golpe de Estado en 2009 tras aliarse con el difunto mandatario socialista venezolano Hugo Chávez.
Sus sucesores, el expresidente Porfirio Lobo y el actual gobernante, Juan Orlando Hernández, ambos del Partido Nacional, se han visto envueltos en acusaciones de vínculos con bandas de tráfico de droga. Zelaya también fue acusado de aceptar sobornos de traficantes. Todos ellos han negado haber cometido algún delito.