Las aventuras de un hombre con el cadáver de un perro en sus espal-das integran la novela Ciudad escoria (Alquimia), del escritor y editor Martín González Rodríguez (Ciudad de México-1965), conocido en el mundo literario como Martín Kitch.
“El libro también refleja nuestro sentir frente al Covid-19, vamos a tientas, esperando el milagro. El protagonista busca la tierra prometida en una ciudad inmunda, en decadencia. Siempre con la esperanza de superar su pasado, mientras los valores de una sociedad ya no existen, sólo tiene sus recuerdos”, comparte González Rodríguez en entrevista.
El volumen, dividido en cinco partes, narra las peripecias que el protagonista pasa para llegar a una tierra inexistente, el único motor que lo empuja son los recuerdos de su esposa e hijo.
“Ciudad escoria se parece a nuestra realidad en pandemia, la desesperanza, calamidades donde la amenaza siempre está latente, describo la historia de manera tal que el lector no sea indiferente ante las situaciones que atraviesa el protagonista”, dice el también editor.
Declarado lector de Chéjov, Guy de Maupassant, Flaubert y Édgar Allan Poe, entre otros, Martín Kitch asegura que su inspiración se origina en la vida diaria.
Pulsaciones de una época
“Fui encontrando las pulsaciones de una época, y las historias surgen de manera espontánea, lo cotidiano tiene situaciones sorprendentes. En el transporte público observo a un vagabundo cargando a un perro, ahí nace esta historia. Mis relatos se desarrollan en la Ciudad de México, pero se vuelven universales. Entonces, jamás digo que tal cuento se desarrolló en tal esquina, paralela a tal calle”, agrega Martín.
Martín Kitch es egresado de Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Obtuvo Mención Honorífica 2010 en el concurso Nacional de Cuento Humor Negro por la historia Pantomima y sedición. Fundador de la revista literaria El castillo, piensa que el rigor en la escritura es importante en la carrera de un autor.
“Para publicar un libro de manera independiente uno tiene que ser un poco heroico, en mi experiencia de 20 años, el rigor en la escritura me ha ayudado. El mayor reto para las editoriales independientes es hacer un doble trabajo, encontrar una historia a doc a la época y encontrar su público”, revela Martín Kitch.
“Soy integrante de un movimiento literario que se llama La grieta, donde unos compañeros y yo tratamos de hacer literatura concisa y poética, que maneja símbolos y arquetipos. Estamos preparando una antología con nombre Las grietas en la telaraña, que incluye historias que reflejan esta época”, concluye.