Una reflexión en torno a los conceptos de igualdad e inclusión plantea el artista jalisciense José Rivelino Moreno Valle con su instalación escultórica Tú, inaugurada este martes en el Museo Memoria y Tolerancia, en la Ciudad de México.
Se trata de una réplica de menor escala de la monumental de 25 toneladas y casi 15 metros de largo y 1.60 de altura que el artista presentó en Trafalgar Square, en Londres con motivo del Año Dual México-Reino Unido, en 2015, y que en fecha posterior fue exhibida en la Macroplaza de Monterrey, Nuevo León, y el patio mayor del Hospicio Cabañas, en Guadalajara, Jalisco.
Debido a la pandemia, la pieza debió suspender su itinerancia, pero la idea es que a partir del año entrante puede continuar su periplo por espacios públicos de diversas ciudades de México y Estados Unidos, adelantó su autor a La Jornada.
Elaborada en bronce de color blanco, las dimensiones de la réplica son de nueve metros de largo y 1.60 de alto, con un peso de tres toneladas. En ella se representan dos dedos índices suspendidos en el aire que se señalan entre sí, con un espacio entre ambos de más de un metro.
Su llegada al Museo Memoria y Tolerancia (Avenida Juárez 8, Centro) es permanente, para formar parte de la colección, gracias a la donación de Rodrigo Lebois. El público podrá apreciarla a partir de mañana en la entrada principal del recinto, al lado de esculturas de David Alfaro Siqueiros, Juan Soriano y Vicente Rojo.
Según Rivelino (Jalisco,1973), la finalidad de esta instalación es que el público se encuentre con ella, la recorra y se la apropie, al tiempo que reflexione sobre su mensaje en torno a la diferencia, la desigualdad, la exclusión y la discriminación.
En entrevista, el artista comentó que lleva muchos años tratando de generar una pieza interactiva que resuma quién es él y quién es el otro respecto a uno: “Como escultor, me comunico a través del volumen, la materia y la luz; es muy complejo que a través de una escultura se pueda reflexionar sobre lo que significa ser señalados, excluidos, esos temas que son de la vida cotidiana ahora. En cualquier parte hay exclusión, discriminación, por la piel, por la posición social, por miles de cosas. Entonces, encontré que dos dedos que se contraponen era la mejor de hacerlo e interactuar con el público”.
Aclaró que con sus obras destinadas al espacio público intenta modificar las circunstancias del sitio y cambiar el presente del espectador, que el lugar cobre nuevo sentido y provoque una reflexión distinta.
“Parte de mis piezas lo que hacen es un artivismo en la vía pública”, señaló el escultor.
“Llevo muchos años trabajando de manera privada en galerías y para coleccionismo y pensé que era importante también salir a la calle con un arte para todos, en el que no hubiera puertas, horarios ni boleto que comprar y al que cualquiera acceda sin importar su condición social, académica, intelectual o inclusive física. Creo que el arte debe seguir haciendo la tarea de redactar lo que nos pasa como sociedad o como generación de la manera en la que sólo él puede hacer-lo”, concluyó.
