Una mujer culta y refinada renunció a una vida de comodidades para luchar por los ideales de libertad en un naciente país: Leona Vicario. La cronista Ángeles González Gamio dedicó un libro para conocer de cerca a esta colaboradora del proceso independentista hace dos siglos.
“Lo importante de revivir a estas mujeres con una mirada más actual es que ahora las jóvenes exitosas, profesionistas, puedan identificarse con Leona. Te das cuenta que en la vida hay que luchar por las cosas que uno cree, aunque sea muy arduoy difícil, pero hay que hacerlo. Esas mujeres son ejemplos de vida. Me interesaba que hoy sean modelos positivos de vida, de principios y de lucha”, dice en entrevista la cronista que se ha dedicado a describir la gastronomía, la vida cotidiana y los edificios antiguos de la ciudad.
En el libro Las batallas de Leona es Marina, una periodista del diario The Boston Globe, quien abre la puerta a la vida de la mujer que participó en el movimiento que dio como resultado el nacimiento de Méxi-co. Al acudir a su casa en el Centro Histórico a entrevistarla, va narrando a manera de conversación coloquial episodios de su vida, mientras degustan exquisita cocina mexicana y se describe la vida cotidiana en las calles de aquel entonces.
Fue un libro de pandemia, revela la colaboradora de este diario, pues cuando disminuyeron las actividades a causa del confinamiento se dedicó de lleno a leer gruesos libros especializados para tener datos fidedignos de los hechos históricos.
Con motivo del bicentenario del inicio de la Guerra de Independencia en 1810, González Gamio escribió Josefa y su independencia, sobre la vida de La Corregidora, como parte de una invitación a un grupo de escritores a “tomarse un café con un personaje histórico”. Entonces utilizó el modelo de entrevista para conversar con Josefa Ortiz de Domínguez y decidió usar de nueva cuenta este género para acercarse a otra heroína nacional. “En una entrevista como que se puede abrir su coranzocito y decirte lo que sintió. Me gustó y por eso la usé también con Leona”.
Más allá de los datos fríos
Más allá de las efemérides de 200 años de la Independencia y el Año de Leona Vicario declarado por el gobierno en 2020, reflexiona cómo “la mujer actual vive cosas semejantes a las de ellas, en cuanto a lo que tienes que enfrentar, discriminación de muchas formas, acoso, el desprecio por ser mujer y que no debes opinar. Así, puedes ponerte más en sus zapatos. Si para mí en este momento es difícil, imagina lo que fue para ella”.
La investigación fue extenuante, “me desesperé, estuve a punto de tirar la toalla”, confiesa la autora, ya con el libro en mano, publicado por Miguel Ángel Porrúa. El proceso de indagación y escritura fue difícil y pesado “porque los datos históricos suelen ser fríos. Es más, aburridos. Entonces, fue pensar cómo dar vida a la historia sin perder verosimilitud, pero ligarlos a la protagonista, con sus sentimientos y lo que vivía”.
En 160 amenas páginas acerca al proceso de Independencia desde cuando Leona era una joven que quedó en la orfandad y cómo se sentían los criollos, el inicio del movimiento con el cura Hidalgo, la cercanía con Morelos, las batallas, la consumación cuando Agustín de Iturbide llega al poder hasta el gobierno de Santa Anna.
Leona Vicario falleció en 1842. A pesar de contar con recursos y bienes por la herencia que recibió a los 17 años, a diferencia de las señoras ricas que estaban en sus casas “emperifollándose, atendían a los invitados y se preocupaban por los elaborados menús de comida mexicana”, Leona prefirió participar en el movimiento, casarse con uno de los rebeldes, Andrés Quintana Roo, ser apresada en conventos, luego una fugitiva que corría de un lugar a otro entre las batallas e incluso dar a luz en una cueva.
“Hay mucha información con datos duros y tienes que decidir quién es relevante para mencionarlo, porque si empiezas a llenar de nombres y de fechas, te aburres como lector”. Por eso González Gamio se preocupó por dar una idea de todo lo que estaba pasando, con los personajes centrales de la historia y nada más las fechas y lugares fundamentales.
Al conocer a mujeres como Leona y Josefa, “tengo la esperanza de que, como cada día hay más mujeres en posiciones de poder, tanto en la política como en la vida privada, esto se mantenga vivo”, señala. “Hay que pagar un precio, como ellas. Pero, es un ejemplo para que hagas algo en lo que crees verdaderamente, al igual que ellas ante circunstancias mucho más adversas”.