Para que haya mayor inclusión de las mujeres en la estructura de la Iglesia católica “todavía falta mucho más”, pero en los últimos lustros algo se ha avanzado, consideró la religiosa María Dolores Palencia, integrante de la comisión de contenidos del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), e identificó como obstáculos al clericalismo y la sumisión.
En conferencia de prensa luego de la primera asamblea eclesial de América Latina y el Caribe, indicó que muchas mujeres “estamos esperando que nos den lugar, y creo que los caminos que tenemos que ir haciendo es tomar, tomar decisiones juntos en diálogo y escuchar, porque sería ilógico que las mujeres camináramos por nuestra onda”.
No obstante, consideró necesario combatir el clericalismo y acabar con la sumisión femenina, la cual sobre todo ocurre “en las pequeñas parroquias: si el padre no dice, si no autoriza y si no permite; no es, y no estamos en ese momento, pero todo podemos hacerlo sin caer en guerras inútiles que nos desgastan a todos y agotan lo más importante de la evangelización”.
Tras señalar que en la asamblea se procuró una participación con equidad de género, recordó su vivencia en la reunión de Aparecida, Brasil, en 2007. “En mi experiencia fue difícil que pudiéramos participar y hablar. Ahora participamos y hablamos. En esos tiempos de Aparecida yo estudiaba una maestría en teología y hubo alguien que me dijo que las mujeres no estudian teología. Hoy hay cátedras de teología feminista, hay teólogas y grupos de teólogas en todo el continente, hay teólogas en el Vaticano”.
Sobre este tema, la semana pasada, en un encuentro, Maricarmen Montes, de Mujeres para el Diálogo y del Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con los Pueblos de América Latina Óscar Romero, habló de la prevalencia del patriarcado en la Iglesia católica, aunque expuso que en la gestión del Papa Francisco al menos hay más presencia de mujeres en cargos en el Vaticano, pero identificó como un “desafío enorme dentro de la Iglesia la formación de sus seminaristas, porque están formados para ser unos machines con poder”.
Agregó que en 10 años se triplicaron los puestos importantes ocupados por mujeres y suena mejor de lo que es, “pues antes eran tres y ahora son nueve”. Citó que en 2016 el Papa nombró a la historiadora italiana Bárbara Jatta directora de los museos vaticanos, “ese es un puesto que casi nadie tiene y se lo dio a una mujer” y también hay tres subsecretarias en dicasterios.
Criticó que a las mujeres se les niegue el sacerdocio y subrayó que “son ellas las que llenan los templos. Si se pusieran en huelga o se salieran de la Iglesia se caen las iglesias”.