Cuarenta por ciento de los polinizadores del planeta, en particular algunos tipos de abejas y mariposas, podrían enfrentar un proceso de extinción, señala el Atlas nacional de las abejas y derivados apícolas presentado ayer. En México se estima que unas 40 mil familias dependen de la apicultura y hay más de 2 millones de colmenas.
En tanto, en el Senado se encuentran iniciativas de ley para regular la actividad apícola que son vistas con “buenos ojos”. Ante la perspectiva del uso de minidrones que plantea una de ellas para polinizar, “mucho de lo que se hace es para que sean los polinizadores naturales los que lleven esta función de manera preponderante”, sostuvo Sol Ortiz, directora general de Políticas y Cambio Climático de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
En el país se producen al año unas 60 mil toneladas de miel y 70 por ciento de la producción se concentra en ocho estados, destacan Yucatán, Campeche y Jalisco. Las abejas son básicas para el equilibrio del medio ambiente, el país es el octavo productor de este dulce, afirmó Arturo Macosay, coordinador general de Ganadería de la Sader, durante la presentación virtual del atlas.
De acuerdo con el documento, que se puede consultar en la página de Internet de la Sader, entre 2014 y 2018 las exportaciones fueron de 34 mil toneladas anuales y los destinos principales fueron Estados Unidos, Alemania, Bélgica, Arabia Saudita y Reino Unido, con lo cual se obtuvo un ingreso promedio anual de 124 millones de dólares, “lo que confirma que la apicultura es una importante fuente de divisas para la economía mexicana”.
En la introducción, el Atlas nacional de las abejas y derivados apícolas precisa que las abejas no son los únicos polinizadores, ya que hay muchos otros insectos que desempeñan esa labor. Indica que existen alrededor de 20 mil especies de abejas, de las que sólo 5 por ciento son abejas de la miel o Apis mellifera.
Los polinizadores benefician la propagación y producción de más de 60 por ciento de todas las plantas cultivadas y es fundamental para la producción de hasta 70 por ciento de los cultivos de consumo humano y están vinculados al rendimiento de al menos 87 cultivos de gran importancia para la alimentación en el mundo. El atlas fue realizado entre la Sader y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
