Miles de migrantes de diversas nacionalidades se congregaron ayer en las inmediaciones del estadio Olímpico de Tapachula, Chiapas, ante “la promesa” de que el Instituto Nacional de Migración (INM) los trasladaría a otras ciudades a fin de “destrabar” sus trámites de solicitud de asilo en el país, señalaron activistas y fuentes de organizaciones internacionales.
Sin embargo, ante la gran demanda de extranjeros que deseaban ser parte de ese proceso para salir de la ciudad fronteriza del sur –se estima que habrían llegado cerca de 5 mil–, el trámite fue suspendido, lo que generó reclamos y un caos en la zona.
Una fuente federal cercana al caso dijo a La Jornada que la suspensión se dio “por un ajuste operativo” y aclaró que el objetivo del INM y otras autoridades es trasladar a migrantes, exclusivamente procedentes de Haití, a 15 estados del país. Se les otorgará una visa de visitante por razones humanitarias que les permite transitar libremente por toda la República, con vigencia de un año, y les da posibilidad de obtener empleo en apego a la legislación.
No obstante, de acuerdo con las leyes en la materia, en caso de aceptar este tipo de visa, los migrantes estarían renunciando a sus solicitudes de refugio.
Diversas fuentes indicaron que a los extranjeros haitianos “no les interesa” el asilo en México, “lo que quieren es llegar a Estados Unidos”, mientras activistas criticaron “esta confusión” y confiaron en que se encuentren soluciones para brindar protección a estas personas.
Hasta el cierre de esta edición no se había dado una versión oficial de la intención sobre este traslado, y el INM tampoco había emitido su posición.
Las fuentes consultadas señalaron que Tapachula está “al límite”, pues cifras conservadoras estiman que hay tres migrantes por cada 10 habitantes, de ahí la necesidad de trasladarlos a otros puntos del país. Entre enero y octubre de este año, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) ha recibido 108 mil 195 solicitudes de asilo; de éstas, 74 mil 397 se concentran en Tapachula.
En videos que circularon en redes sociales se pudo observar a miles de migrantes concentrados en torno al estadio Olímpico y el caos que se generó debido a que no se realizaron los traslados.
“Nos dijeron que viniéramos de allá, de Migración, para acá y nada, mira cómo estamos bajo el sol”, dijo a Ap la cubana Roxana Águila en las afueras del estadio, mientras aguardaba junto con sus padres y una bebé de tres años. Según explicó, su familia acudió el lunes a las oficinas del INM y le dijeron que había una opción de ser trasladados en autobuses a otras zonas del país para acelerar trámites, pero a primera hora de la tarde, y ya esperando en el estadio, todavía no sabían qué iba a pasar.
“Supuestamente acá iban a salir no sé cuantos autobuses, 40 u 80 autobuses, hasta la Ciudad de México”, expresó David Perozo Manríquez, de Venezuela, quien todavía no ha podido iniciar sus trámites de refugio, pero confiaba en hacerlo desde la capital.