Al menos desde 1995, casi tres décadas atrás, se encendió la señal de alarma: las guerras del próximo siglo (XXI) serán por el agua, y todo indica que, para el caso mexicano, el régimen neoliberal decidió acelerar los tiempos, toda vez que resulta espeluznante “la concentración de las aguas nacionales en manos de grupos de poder económico y político en los distritos de riego, grandes empresas y particulares”.
La Jornada (Angélica Enciso) lo reseña así: “la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha otorgado 332 mil 970 títulos para agua de uso agrícola, pero tan sólo 373, es decir 0.1 por ciento de ellos, concentran 38.3 por ciento del volumen total del líquido para este fin, indica un análisis del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria de la Cámara de Diputados.
“Las fallas del marco legal aplicable al agua y la debilidad del gobierno para instrumentar las normas vigentes desde 1992 han provocado la concentración de las aguas concesionadas en manos de grupos de poder económico y político en los distritos de riego, grandes empresas y particulares, señala el estudio Los distritos de riego y las concesiones de agua. Sumado a ello, por la exención del pago de derechos, que la ley le concede al agua para uso agrícola y pecuario, titulares de concesiones y asignaciones han simulado usar el agua para esos fines y han gozado de condonaciones fiscales y subsidios que no les correspondían”.
De gran relevancia resulta el análisis citado, aunque, como siempre, en él se mencionan los delitos, pero no a los delincuentes, y sólo refiere, de forma genérica, que son “empresas mineras, acereras, embotelladoras de aguas y refrescos, cerveceras, grandes empresas agrícolas, ganaderas y avícolas; inmobiliarias y compañías de generación de electricidad” las que tienen el mayor número de concesiones y de volumen de agua autorizado por entidad, mismas que “han sido beneficiadas con condonaciones de impuestos y subsidios”.
De cualquier suerte, dada la estructura oligopólica que caracteriza a la economía mexicana, no es muy difícil identificar a las empresas beneficiadas por la política privatizadora y concentradora de Conagua. Sin embargo, hay que ponerle nombre a este atraco, una más, a la nación.
Por ello es válido recurrir al detallado estudio ( Los millonarios del agua: una aproximación al acaparamiento del agua en México, con información de 2020) de los investigadores universitarios (UNAM) Wilfrido A. Gómez Arias y Andrea Moctezuma para ponerle el cascabel al gato oligopólico, es decir, aquellos “grandes usuarios privados que utilizan el agua primordialmente para actividades productivas con fines de lucro”.
Sólo algunos nombres: los investigadores revelan que entre los millonarios del agua se encuentran (¡sorpresa!) Kimberly-Clark (Claudio X. González Laporte); Proyectos Hidroeléctricos de Puebla (José Antonio Rivero Larrea, Minera Autlán); Buenavista del Cobre, Industrial Minera México y Mexicana de Cobre (del tóxico Germán Larrea); Minera Peñasquito (de la trasnacional Goldcorp); Braskem Idesa (Odebrecht, por cortesía de Felipe Calderón); Ternium de México (del multimillonario Paolo Rocca); Nestlé México.
También Altos Hornos de México y Minera del Norte (Alonso Ancira); Cementos Apasco (de la trasnacional suiza Holcim); Iberdrola (no podía faltar); Bebidas Mundiales, Bepensa y Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma (FEMSA, –embotellador de Coca-Cola en México, dueña de la cadena Oxxo– que vendió la cervecera a la trasnacional Heineken); Grupo Modelo (otra cervecera que quedó en manos de Anheuser Busch InBev, en la que participa la multimillonaria mexicana María Asunción Aramburuzabala); Cementos Mexicanos, Cemex (con Rogelio Zambrano a la cabeza); ICA (de la familia Quintana); Bachoco (Robinson Bours); Bimbo (Servitje); Grupo Lala (Eduardo Tricio) y más (agroindustrias, ingenios azucareros, embotelladoras, vivienderas, etcétera).
¿Los identifican? Son los mismos de siempre. Por ello, Wilfrido A. Gómez Arias y Andrea Moctezuma subrayan que “existe un grupo de suma importancia que concentra enormes volúmenes de agua y comprende 966 empresas tanto de energía eléctrica como cerveceras, acereras, agroindustrias, mineras, papeleras, automotrices, embotelladoras, entre otras”.
Las rebanadas del pastel
Increíble: después del terror de la dictadura pinochetista, la ultraderecha se fortalece en Chile. ¿Por qué los ciudadanos votan a favor de sus verdugos?