Ciudad de México. Generar más y mejores empleos, y no mediante transferencias directas a la población, es la única manera de erradicar la pobreza e impulsar el desarrollo de un país, aseguró Paul Römer, premio Nobel de Economía en 2018.

Al participar en el Encuentro Digital 2021 organizado por la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore), el economista resaltó la importancia del empleo en un país y las acciones que debe emprender un gobierno para asegurarse que cada habitante en edad activa tenga uno.

Por ejemplo, señaló, el gobierno federal puede subsidiar empleos de baja remuneración, es decir, haciéndose cargo de la mitad de su salario para que de esa manera las empresas puedan contratar un mayor número de personas.

“En vez de realizar transferencias de efectivo a la población, lo que yo recomendaría es establecer subsidios para trabajadores de bajos ingresos. En un principio estas personas tendrán pocas habilidades, pero con el tiempo irán mejorando y escalando, pero para eso necesitan una oportunidad”, apuntó.

Para Römer cuando la gente trabaja genera capital y contribuye a la mejora de la sociedad. Por este motivo, dijo, es importante catalogar bien lo que es un trabajo, pues incluso el gobierno podría darle esa etiqueta a una madre que cuida de sus hijos, brindándole una retribución económica por ese servicio.

“Debemos incentivar el trabajo de las personas, podríamos considerar que criar o cuidar un niño es un trabajo y se podría dar un ingreso por ello. El punto es, incentivar el trabajo, porque simplemente dar transferencias es una forma de rendirse y asumir que la gente no producirá nada, esa es una perspectiva muy fea”, puntualizó.

Impuestos a gigantes tecnológicos

Para el ganador del premio Nobel de Economía por sus aportes en el campo de la innovación, el cambio climático y el crecimiento económico es necesario que países como México implementen un impuesto fijo e importante a las grandes empresas tecnológicas como Google y Facebook.

De acuerdo con sus cálculos, estas empresas deberían estar pagando por lo menos 30 por ciento de sus ingresos anuales, es decir, entre 14 y 20 mil millones de dólares; sin embargo, no lo hacen, y por el contrario, son tan grandes que concentran el mercado e impiden el crecimiento de otras empresas de tecnología.