Ciudad de México. Los gobiernos de México y Estados Unidos acordaron trabajar de manera conjunta para reducir los flujos de contaminación en sus aguas transfronterizas.
Como parte de las estrategias, anunciaron una inversión de 300 millones de dólares por parte del Administrador de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) que se destinarán a disminuir los flujos de aguas residuales transfronterizos en el Río Tijuana y a lo largo de la costa del Pacífico, esto como parte de un plan integral anunciado el pasado 8 de noviembre.
Representantes de ambos países se reunieron hoy en Tijuana, Baja California, para abordar los retos de la contaminación de los mantos acuíferos a lo largo de la frontera común.
En una declaración conjunta, ambas delegaciones acordaron también seguir coordinando proyectos y fuentes de financiamiento destinados a la recolección de aguas residuales en Tijuana, la reutilización de aguas residuales en las plantas de tratamiento de la Morita y Arturo Herrera, y la rehabilitación de la planta de tratamiento San Antonio de los Buenos para el manejo de aguas residuales en comunidades costeras.
La delegación estadunidense estuvo encabezada por el titular del EPA, Michael S. Regan y el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar; mientras que por México participaron el jefe de Unidad para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco, el titular de la Unidad Coordinadora de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Miguel Ángel Zeron, el cónsul general de México en San Diego, Carlos González; el subdirector técnico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Humberto Marengo, entre otros.
Los funcionarios de México destacaron la inversión de 46 millones de dólares que los tres niveles de gobierno han realizado entre 2019 a 2021 para proyectos de saneamiento del Río Tijuana, incluyendo las recientes renovaciones a la planta de bombeo de la CILA en Tijuana, así como distintos proyectos de reparación de infraestructura financiados por Conagua y la EPA para reducir los flujos de aguas residuales.
También se refirieron a la inversión para la expansión y modernización de la planta de bombeo PB-CILA, “que por primera vez en décadas ha reducido los escurrimientos transfronterizos por periodos significativos”; e informaron sobre el plan regional desarrollado entre el gobierno federal y el estatal para atender el tema.
La Conagua refrendó su compromiso de financiar proyectos para el tratamiento, captura, y reutilización de aguas residuales en Tijuana.
La delegación mexicana presentó además una nueva propuesta del “Programa Especial de Saneamiento de la Frontera Norte”, que será usado para buscar recursos adicionales para proyectos futuros.
Los representantes de Estados Unidos hablaron del plan integral para invertir 300 millones de dólares, lo que permitirá que más de medio millón de residentes de Tijuana tengan acceso a medidas confiables de tratamiento para aguas residuales.
Adicionalmente, agregaron, el plan beneficiará a los miles de residentes y turistas en el condado de San Diego que disfrutan del Valle del Río Tijuana y las playas locales, al igual que reducirá significativamente el flujo de aguas residuales no tratadas que perjudica a las comunidades y ecosistemas de los dos países.
De acuerdo con la declaración conjunta, los dos gobiernos reafirmaron su compromiso por actuar de manera coordinada en encontrar una solución a largo plazo a los flujos transfronterizos de aguas residuales.
“Gracias a los esfuerzos de cooperación binacionales, la calidad del agua en el Río Tijuana y a lo largo de la costa del Pacífico mejorará significativamente, mejorando a su vez la salud pública, restaurando ecosistemas y creando nuevas oportunidades recreativas a lo largo de ambos lados de la frontera. Estos proyectos también proveerán de importantes oportunidades para el uso de aguas tratadas en regiones afectadas por la sequía”, concluyeron.