Los matrimonios infantiles y las uniones tempranas y forzadas representan una violación de los derechos humanos, señaló ONU Mujeres, en vísperas del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25N).
De acuerdo con el organismo, en América Latina “una de cada cuatro mujeres de 20 a 24 años contrajo matrimonio por primera vez o mantenía una unión temprana antes de cumplir los 18 años”. Esta zona y el Caribe constituyen la “única región del mundo donde no ha habido una reducción del matrimonio infantil y las uniones tempranas en los últimos 25 años”.
Estos son “fenómenos complejos relacionados con desigualdades de género, violencia, pobreza, abandono escolar, embarazo adolescente, marcos legales y políticas inadecuadas que roban a las niñas y adolescentes oportunidades para su presente y su futuro”.
ONU Mujeres expresa que en los contextos de crisis, por ejemplo las de índole sanitaria como la actual por el Covid-19, colocan a las niñas y adolescentes en mayor riesgo de ser unidas o casadas tempranamente, pues estas prácticas pueden ser consideradas por las familias como la “única opción para aliviar las dificultades económicas”.
Esa precariedad aumenta el riesgo de que las uniones se den con parejas mucho mayores que las niñas y adolescentes. “En la región, una de cada cinco niñas y adolescentes contrajo matrimonio con un hombre al menos 10 años mayor”.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia refiere que a escala global “alrededor de 21 por ciento de las mujeres adolescentes se han casado antes de cumplir 18 años” y “12 millones de niñas menores de 18 años se casan cada año”. Indica que “en África subsahariana 37 por ciento de las niñas se han casado durante su infancia” y que en los últimos 10 años la mayor disminución en la prevalencia del matrimonio infantil ha sucedido en Asia meridional, donde se ha reducido de 50 a 30 por ciento”.