Caracas. Terminó otra elección en Venezuela. Esta vez se trató de regionales, para elegir 23 gobernadores, 335 alcaldes, 253 legisladores estatales y 2 mil 471 concejales, en una contienda atravesada por novedades, principalmente dos: la participación de la casi totalidad de la oposición, y la presencia de misiones internacionales de observación antes ausentes, como la Unión Europea, el Centro Carter, Naciones Unidas, además de la presencia de, por ejemplo, el Parlasur y el Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica.
La votación en Caracas, capital y centro del poder político, estuvo marcada por una tranquilidad que evidenció dos elementos. Por un lado, mostró el contexto general del conflicto político actual en el país, y el progresivo regreso de la mayoría de las fuerzas al escenario electoral. “Hemos logrado encaminar nuestras diferencias por el voto y sólo así podremos resolverlas, dirimirlas”, expresó al respecto Jorge Arreaza, ex canciller y actual ministro de Industrias y Producción Nacional.
“Salgamos a votar, ya murió la época de las guarimbas, de las protestas callejeras, que lo que dejó fue sangre, que ya hay que decirle adiós a estar esperando un golpe de Estado, llegó la hora de decirle adiós a estar pidiendo sanciones, a estar diciéndole a los demás países del mundo que vengan a invadir Venezuela, somos los venezolanos los que tenemos que dirimir nuestros problemas, y nuestros problemas los vamos a dirimir durante el proceso electoral”, afirmó, por su parte, Bernabé Gutiérrez, de Acción Democrática (AD), partido de oposición que se encuentra dividido entre su conducción y la de Henry Ramos Allup, con una disputa por la titularidad de la tarjeta partidaria.
La calma en las calles durante la jornada electoral puso sobre la mesa, por otro lado, la posibilidad de una abstención elevada, en la continuidad de lo ocurrido en la elección legislativa de 2020, cuando acudió a votar 30.7 por ciento del padrón electoral. El elemento de la participación fue uno de los factores centrales de análisis durante la jornada, ya que una baja participación sería la reafirmación de un escenario político marcado por el desgaste y alejamiento social de las representaciones políticas, mientras una participación más alta que la de 2020 indicaría, al contrario, una reversión de esa tendencia.
La contienda estuvo marcada al finalizar la tarde por una denuncia encabezada por Henrique Capriles Radonski, quien señaló la existencia de una “grave irregularidad en casi todo el territorio nacional”, debido a que, afirmó, varios centros electorales se mantuvieron abiertos a pesar de haber terminado la hora de votación y no existir colas de electores esperando para votar. “La abstención, es decir, los niveles de participación no están dándose en quienes queremos cambio, el problema grave de no participación lo tienen los señores del oficialismo, es decir Maduro y su partido” afirmó, y, por esa razón, habrían existido las irregularidades.
Esa denuncia ocurrió en el marco de una jornada con contados casos de incidentes, como el ocurrido en el estado Zulia, fronterizo con Colombia, donde un hombre fue asesinado por arma de fuego. El hecho fue, en la versión de actores de la oposición, producto de “colectivos armados”, algo que fue desmentido por el ministro de Relaciones Interiores Justicia y Paz, Remigio Ceballos, quien afirmó que se trató de un “hecho delictivo aislado al proceso electoral”. Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), afirmó, por su parte: “los hechos de violencia los organismos de seguridad están trabajándolos”.
Se espera que a partir de este lunes, con los resultados de la votación, tengan lugar los diferentes informes de las misiones y veedurías internacionales. Al respecto, el presidente Nicolás Maduro resaltó la importancia de la presencia en el país de “centros electorales, centros de intelectuales, centros de expertos, de América Latina, del Caribe, de Estados Unidos, de Europa, de África, de Asia”.
En ese marco señaló que “la misión de la Unión Europea es una veeduría más, todos los observadores, acompañantes internacionales deben respetar las leyes de Venezuela, la Constitución, y deben respetar el reglamento del Poder Electoral que los invitó. Lo único que le diría a la veeduría de la Unión Europea, tengan la humildad de los observadores de otros países, hasta el día de hoy se han portado a la altura, respetando la Constitución y las leyes, ojalá sea así hasta el final de su misión, ojalá”. Sus declaraciones ocurrieron luego de las diferentes alarmas de integrantes del gobierno y el PSUV, como Cabello, acerca de que la Misión de Observación Electoral europea podría haber venido con un informe ya elaborado con la intención de deslegitimar las elecciones regionales en el país.
Las elecciones darán como resultado una actualización del mapa de poder político regional y nacional que, hasta el momento, ha estado bajo mayoría del chavismo con 19 de las 23 gubernaturas. Se espera también que luego del evento electoral puedan existir anuncios sobre los diálogos suspendidos en México, aunque Maduro afirmó ayer que los mismos fueron suspendidos porque “Estados Unidos le clavó una puñalada por la espalda al diálogo”, y que, “no hay condiciones para instalarlo todavía porque tienen que responder por ese secuestro (el de Alex Saab, empresario colombiano y diplomático venezolano extraditado de Cabo Verde a Miami), y en el momento que creamos que hay condiciones lo anunciaremos de esa forma al país”.